Unos astrónomos españoles confirman el descubrimiento del decimoséptimo asteroide troyano en Marte
Aunque el descubrimiento del 17º asteroide troyano de Marte se remonta al año pasado, gracias a las observaciones realizadas por el Gran Telescopio de Canarias finalmente ha llegado la confirmación.
El asteroide troyano 2023 FW14, como su nombre indica, fue descubierto el año pasado, en 2023, pero sólo recientemente, con un nuevo estudio, ha llegado la confirmación de su existencia.
¿Qué es un asteroide troyano?
Los asteroides troyanos son pequeños cuerpos del sistema solar que comparten la órbita de un planeta importante u otro satélite, en este caso nuestro primo Marte. La peculiaridad de estos asteroides es que no chocan con el cuerpo principal porque orbitan alrededor de uno de los dos puntos de estabilidad de Lagrange, que se encuentran 60 grados por delante (L4) y 60 grados por detrás (L5) del planeta.
Con este descubrimiento el número de asteroides troyanos en Marte aumenta a 17, sólo dos están ubicados en el punto Lagrangiano L4 (nuestro 2023 FW14 y 1999 UJ7), por lo tanto preceden al planeta, mientras que los demás están ubicados en el punto Lagrangiano L5, es decir, ellos lo siguen.
Sin embargo, el asteroide recientemente descubierto tiene algunas características peculiares que lo diferencian de otros similares. De hecho, si bien parece que los otros 16 asteroides han acompañado al planeta desde sus orígenes, desde el momento de su formación, el 2023 FW14 parece haber llegado sólo en tiempos "recientes".
De hecho, habría llegado a su trayectoria troyana hace aproximadamente un millón de años. No sólo eso, mientras que los demás parecen mostrar cierta estabilidad y, por tanto, acompañarán a Marte durante mucho tiempo, el nuevo asteroide podría abandonar el planeta en unos 10 millones de años.
Este descubrimiento es muy importante para la ciencia
Estos resultados se obtuvieron a partir de algunas simulaciones realizadas por los autores de un reciente estudio publicado en la revista científica Astronomy and Astrophysics Letters.
Raúl de la Fuente Marcos, investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid
Entre otras cosas, el espectro obtenido con las observaciones realizadas con el Gran Telescopio Canarias muestra una composición química diferente a la de otros troyanos, aunque similar a la de su compañero 1999 UJ7. Mientras que los troyanos L5 son todos rocosos y ricos en silicatos y, por tanto, forman parte de una única familia de asteroides, los dos troyanos L4 son asteroides de tipo primitivo, es decir, carbonosos.
En consideración a estos datos es que De la Fuente Marcos se plantea algunas hipótesis: "Hay dos posibilidades para su origen: puede ser un fragmento del troyano 1999 UJ7, o podría haber sido capturado por la población de asteroides cercanos a la Tierra que cruzan la órbita de Marte".
Este es sólo el primer estudio sobre este interesantísimo asteroide, aún nos quedan unos 10 millones de años para estudiarlo con más detalle y esto no sólo aumentará nuestro conocimiento sobre este tipo de cuerpos celestes, sino que servirá para comprobar la fiabilidad de los modelos teóricos.
Referencia de la noticia:
R. de la Fuente Marcos, J. de León, C. de la Fuente Marcos, M. R. Alarcon, J. Licandro, M. Serra-Ricart, S. Geier and A. Cabrera-LaversA&A, 683 (2024) L14DOI: https://doi.org/10.1051/0004-6361/202449688