La teoría de unos geólogos en Nature: hay “continentes hundidos” que podrían afectar los campos magnéticos de la Tierra

En las profundidades de nuestro planeta, donde el núcleo de la Tierra se encuentra con el manto, hay dos regiones gigantescas que han intrigado a los geólogos durante 50 años.

Núcleo de la Tierra
Las dos "grandes provincias de baja velocidad" (LLSVPs) son amplias anomalías de ondas sísmicas de baja velocidad en el manto inferior de la Tierra, bajo África y el Océano Pacífico. (Imagen creada por IA)

Con 900 kilómetros de alto y varios miles de kilómetros de ancho, se pensaba que las dos gigantescas estructuras eran fragmentos de Theia, el objeto del tamaño de Marte que colisionó con la Tierra primitiva, pero esa idea tendrá que ser revisada.

Estas dos gigantescas masas rocosas no se parecen a ninguna otra y fueron descubiertas en la década de 1970, hundidas a miles de kilómetros bajo nuestros pies: una justo debajo de África, España y parte del Atlántico; la otra bajo el océano Pacífico.

Las grandes provincias de baja velocidad (LLVP, por sus siglas en inglés) son anomalías amplias de velocidad de ondas sísmicas de grado 2 en el manto inferior debajo del Pacífico y África.

Ambas masas rocosas del tamaño de un continente se conocen como LLSVPs, Large Low-Shear-Velocity Provinces, y están formadas por materiales mucho más densos y duros que los que las rodean. En otras palabras, su origen no puede ser el mismo que el del resto del manto.

Además, su tamaño hace que ambos sean capaces de generar sus propias perturbaciones en la magnetosfera, incluido el principal fenómeno que actualmente está debilitando el campo magnético terrestre y que se conoce como “anomalía del Atlántico Sur”. Juntas, las dos estructuras cubren más de una cuarta parte del núcleo de la Tierra, lo que significa que es un fenómeno demasiado importante como para que el planeta no lo comprenda.

¿Son fragmentos de otro planeta?

Hasta la fecha, se han planteado varias hipótesis sobre la naturaleza de los LLSVPs. Una de las más comunes es que se formaron a partir de corteza oceánica antigua empujada hacia el manto en zonas de subducción de placas tectónicas, donde una placa se desliza debajo de otra. Según esta idea, este material de la corteza se agitó a través del manto durante millones de años y finalmente se acumuló para formar LLSVPs.

LLVP
Los modelos sugieren que el LLVP del Pacífico almacena hasta un 53 % más de corteza oceánica subducida que el LLVP africano, lo que puede hacer que el LLVP del Pacífico sea más denso y menos oscilante. (Imagen creada por IA)

Sin embargo, en marzo de 2021, un equipo de investigadores dirigido por el geólogo Qian Yuan, entonces de la Universidad Estatal de Arizona, sorprendió al mundo con una idea "loca pero posible": estos dos misteriosos fragmentos podrían ser los restos de Theia, el objeto del tamaño de Marte que se estrelló contra la Tierra hace 4.500 millones de años y dio origen a la Luna. En otras palabras, en el corazón de la Tierra se encuentran dos enormes fragmentos de otro mundo, de un planeta extraterrestre desaparecido hace mucho tiempo.

Dos años más tarde, en 2023, otro equipo de investigadores, incluido el propio Qian Yuan, obtuvo nuevos datos que parecían confirmar esta intrigante posibilidad.

Un nuevo estudio ha hecho una revelación que ha puesto todo patas arriba

De una forma u otra, los científicos siempre han asumido que los dos LLSVP son similares en términos de naturaleza, composición química y edad, porque las ondas sísmicas con las que los geólogos los estudian pasan a través de ellos de manera similar. Pero un nuevo trabajo dirigido por investigadores de las universidades de Cardiff, Oxford, Bristol y Michigan acaba de revelar algo completamente inesperado y que pone todo “patas para arriba” .

Según el estudio, estas dos misteriosas regiones subterráneas en realidad tienen historias diferentes: no se formaron al mismo tiempo y sus composiciones químicas son diferentes. Los resultados, que ponen en duda todas las hipótesis anteriores, fueron publicados en la revista Scientific Reports.

Núcleo de la Tierra
Hasta ahora se creía que estas regiones eran el resultado del impacto de un antiguo planeta, pero nuevas pruebas demuestran que podrían no serlo.

Según el nuevo estudio, el LLSVP africano es considerablemente más antiguo y está "mejor mezclado" que el del Pacífico, cuya composición se renueva constantemente con material fresco de la corteza oceánica desde hace 300 millones de años. Esto se debe a que, en la superficie, este LLSVP está rodeado y "alimentado" por un gran círculo de zonas de subducción, conocido como el "anillo de fuego" del Pacífico. En cambio, el LLSVP africano no recibe material nuevo al mismo ritmo, por lo que se ha mezclado mejor con el manto circundante, reduciendo su densidad.

Dado que las simulaciones numéricas no son perfectas, ejecutamos varios modelos para diversos parámetros. Y descubrimos que la LLSVP del Pacífico está enriquecida con corteza oceánica subducida, lo que implica que la historia reciente de subducción de la Tierra es la causa de estas diferencias.

James Panton, autor principal del estudio.

Estas diferencias habían sido pasadas por alto previamente debido al hecho de que ambos LLSVP tienen la misma temperatura (que es el factor dominante para explicar qué tan rápido viajan las ondas sísmicas a través de un material), lo que explica por qué parecen tan similares sísmicamente. Este descubrimiento resalta la importancia de combinar diferentes disciplinas científicas para examinar de cerca el funcionamiento interno de nuestro planeta.

Desequilibrios en el campo magnético

Las altas temperaturas de los LLSVP y su ubicación en el manto profundo a ambos lados del planeta significan que ambos afectan la forma en que se extrae el calor del núcleo de la Tierra. Y esto tiene consecuencias para la convección del núcleo externo líquido, un proceso que impulsa el campo magnético de la Tierra, el escudo natural que protege la superficie de los rayos cósmicos dañinos y mantiene las cualidades que permiten que la vida exista en nuestro planeta.

Pero si los LLSVP de África y del Pacífico son diferentes, esto significa que el calor ya no puede extraerse de forma simétrica, lo que podría provocar “anomalías” como la del Atlántico Sur, o incluso una inestabilidad general del campo magnético.

Por lo tanto, es importante comprender la estructura de estas enormes masas rocosas y cómo influyen en la extracción de calor del núcleo. A partir de ahora, los científicos tendrán que tener en cuenta esta asimetría de densidad del manto en sus modelos de la Tierra profunda. Y calcular con mayor precisión los efectos que podría tener sobre el escudo defensivo del planeta.

Referencia de la noticia:

James Panton, J. Huw Davies, Paula Koelemeijer, Robert Myhill & Jeroen Ritsema. Unique composition and evolutionary histories of large low velocity provinces. Scientific Reports (2025).