Inestabilidad de Crow: estelas de aviones que bailan
Las condiciones meteorológicas condicionan la aparición de estelas tras el paso de los aviones. Algunas veces estas estelas pueden adquirir formas y realizar movimientos fascinantes.
Con el paso de los años el ser humano se está dando cuenta del gran impacto que tiene el mundo de la aviación en el medio ambiente. Cada año las compañías aéreas suman más aviones y esto está obligando a los fabricantes a crear motores más eficientes en cuanto al consumo y menos contaminantes.
Cuando hablamos de estelas de condensación, en cambio, no nos estamos refiriendo en ningún momento a la contaminación. Están formadas únicamente por cristales de hielo resultantes del vapor de agua que sale de la combustión en los motores. Cuando el vapor de agua se encuentra con temperaturas cercanas a los -50 ºC, pasa de estado gaseoso a sólido en décimas de segundo. Dependiendo de la humedad a esa altitud, la estela puede aguantar horas en el cielo, o quizá ni aparecer.
Estelas especiales
Las estelas de los aviones aparecen siempre en línea recta, salvo que el avión esté virando o el viento en altitud las desvíe. Pueden ensancharse con el paso de los minutos, llegando a cubrir totalmente el cielo. Incluso una estela puede mostrarse de forma discontinua debido a las bolsas de aire con distinta humedad y temperatura.
Hay algunas estelas que se salen de lo común y son pocos los privilegiados que las han podido ver. Se trata de estelas que, tras el paso de un avión, se van transformando en una especie de tubos alargados a modo de espaguetis, rompiéndose a continuación y dibujando formas la mar de curiosas.
Este fenómeno es causado por la inestabilidad de Crow. Ocurre cuando interactúan dos cosas que deja a su paso el avión en todos sus vuelos: las estelas de condensación que salen de los motores y los vórtices que dejan las puntas de las alas, también denominado estela turbulenta.
Un fenómeno poco común
Son los aviones más grandes, como los famosos Boeing 747, comúnmente llamados jumbo, los que producen este efecto, pero no todos lo hacen y lo habitual es no poder observar este fenómeno. Se tienen que dar unas condiciones meteorológicas concretas junto al tipo de avión ideal.
La estela turbulenta que dejan sus alas, aparte de ser invisible, es muy peligrosa y obliga a separar los aterrizajes y despegues de dos aeronaves consecutivas. En el momento en el que se cruza la estela turbulenta con la estela de condensación, los cristales de hielo hacen visible la estela turbulenta. Empiezan a retorcerse formándose esos curiosos tubos, cortándose a continuación, dibujando formas aleatorias y desapareciendo al cabo de unos segundos o minutos. La mejor manera de entenderlo es con un vídeo:
Contaminación y estelas
Tal y como se ha comentado anteriormente, las estelas de condensación de los aviones son limpias y están formadas únicamente por agua congelada. Con esto no estamos diciendo que los motores de los aviones no contaminen. Por supuesto que lo hacen. El principal problema es que los otros gases que salen de las turbinas, como el CO2, el metano o los óxidos nitrosos, son transparentes.