Enigma en Australia: ¿han descubierto los científicos el cráter de impacto más grande del mundo?
Un equipo de investigadores afirma que el mayor cráter del mundo, producto de la colisión de un asteroide, podría estar oculto en las profundidades del sureste de Australia. ¡Aquí te contamos más!
Como diría Octavio Paz, el misterio o la "palabra dicha" por los científicos golpea como "un grito en un cráter extinto: en otra galaxia". Y esta afirmación de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, ha dado lugar a una hipótesis que podría cambiar la comprensión de los cráteres provocados por impactos de asteroides.
Bajo el suelo australiano
La estructura de Deniliquin, que aún no ha sido analizada mediante perforación, extendiéndose hasta 520 kilómetros de diámetro. Esto supera el tamaño de la estructura de impacto de Vredefort, en Sudáfrica, de 300 kilómetros de ancho, considerada hasta ahora la mayor del mundo.
Debido a su forma y tamaño, en 1990 se propuso que, dados los patrones magnéticos bajo la cuenca, podría haber un cráter. Según los investigadores, esto se debe a que "cuando un asteroide choca, crea un cráter con una prominencia central. Esto es similar al efecto de una gota de agua que salpica hacia arriba desde un cráter efímero cuando se arroja una piedra a un lago".
Además, la hipótesis se consideró a la luz del hecho de que, en 2020, se encontró en Australia occidental un cráter de meteorito de 100 millones de años de antigüedad. Este cráter se encontró cuando una empresa minera realizaba perforaciones en busca de oro.
En aquella ocasión, los expertos descubrieron el cráter de 5 kilómetros de diámetro mediante sondeos electromagnéticos. Y dada la historia del continente, la hipótesis empieza a tener sentido.
Indicios que hay que tener en cuenta
Aunque existen pruebas procedentes de otros cráteres de Australia, la mayoría de las pruebas del cráter Deniliquin proceden de datos geofísicos de superficie, por lo que es necesario realizar perforaciones profundas para obtener pruebas del impacto.
Andrew Yoram Glikson estimó en un estudio que el impacto del asteroide se produjo hace 445 millones de años, hacia el final del periodo Ordovícico Superior. Para obtener estos resultados, hay que tener en cuenta ciertas características:
- Un patrón de intensidad magnética total (TMI) con varios anillos.
- Una zona central de silencio magnético.
- Patrones circulares de gravedad de Bouguer.
- Un manto de Moho subyacente que se eleva unos 10 kilómetros más superficialmente que bajo el cinturón orogénico adyacente de Tasmania.
- Fallas radiales asociadas a anomalías magnéticas y desmagnetizadas.
Impactos en Australia
Las principales características geofísicas identifican que el continente australiano y su continente predecesor, Gondwana, han sido objeto de numerosos impactos de asteroides. Estos han dado lugar a al menos 38 estructuras de impacto confirmadas y 43 potenciales, que van desde cráteres relativamente pequeños a grandes estructuras completamente enterradas, como el cráter Deniliquin.
Por este motivo, los investigadores creen que las capas más antiguas de estos materiales eyectados, halladas en sedimentos de terrenos primitivos de todo el mundo, pueden significar el final del bombardeo intenso tardío de la Tierra, principalmente porque tales impactos pueden erosionarse lentamente y/o quedar enterrados o encontrarse bajo tierra con el paso del tiempo, y pueden ser todo lo que quede de la estructura de impacto original.
Las últimas pruebas sugieren que la Tierra y los demás planetas del Sistema Solar estuvieron sometidos a un intenso bombardeo de asteroides hasta hace unos 3200 millones de años, y esporádicamente desde entonces. Se cree que la colisión de los cuerpos rocosos pudo desencadenar un importante acontecimiento conocido como la "glaciación Hirnantiana", que provocó la extinción del 85% de las especies del planeta.