Hay un lugar de la Tierra azotado por un asombroso relámpago perpetuo

Hay un lugar del planeta en el que se produce un fenómeno meteorológico de carácter eléctrico -el rayo- que impresiona, tanto por la peligrosidad que constituye, como por la belleza que exhibe. ¡Descubre más aquí!

relâmpago perpétuo; venezuela
Es en América del Sur, en un enclave tormentoso, donde se ubica el relámpago perpetuo. ¡Descubre este fascinante fenómeno meteorológico!

En primer lugar, recordaremos la definición de rayo y, a continuación, describiremos el lugar del planeta Tierra donde se genera este fenómeno meteorológico de carácter eléctrico prácticamente permanente y por qué se produce.

El relámpago es básicamente la aparición luminosa que acompaña al rayo. Es el destello que ilumina la nube de tormenta, cuando en su interior se produce una fuerte descarga eléctrica. En una tormenta, los rayos siempre ocurren antes que los truenos porque la velocidad de la luz es más rápida que la velocidad del sonido en el aire. Pero, volviendo al tema que dio origen a este artículo: ¿dónde se encuentra el famoso y admirado rayo perpetuo?

Las diversas referencias a este fenómeno

Hay un lugar en el planeta donde la tormentosa actividad eléctrica es prácticamente incesante, lo que es algo anormal. Los relámpagos y rayos persisten de forma casi continua en esta zona del globo, lo que convierte a este fenómeno atmosférico en algo que a la vez provoca miedo y fascinación. Dicho lugar tormentoso está ubicado en las inmediaciones del lago de Maracaibo, en Venezuela, en una vasta zona pantanosa ubicada al sur y oeste de dicho lago, por donde fluye el río Catacumbo.

Según el libro “Conocer la Meteorología – Diccionario Ilustrado del Tiempo y el Clima” de nuestro meteorólogo José Miguel Viñas, las referencias más antiguas de este increíble fenómeno pertenecen a las tribus indígenas que habitan esta región, los Wari. Identifican este fenómeno como una concentración de millones de luciérnagas que se reúnen todas las noches para rendir tributo a los padres de la creación. Félix Lope de Vega nos proporciona otra referencia al relámpago perpetuo, al que venera a través de su poema épico La Dragontea (1597).

Finalmente, la primera descripción científica de este fascinante fenómeno atmosférico fue elaborada por geógrafo Alexander Von Humboldt. Este científico se refiere al fenómeno como “explosiones eléctricas que son como resplandores fosforescentes”.

¿Qué causa el rayo perpetuo?

Esta actividad eléctrica inusual parece ser causada por dos factores. El primero, efecto de la orografía local, encargada de canalizar y transportar el aire húmedo del mar a la zona en cuestión, que llega al lago de Maracaibo, impulsado por los vientos alisios. La segunda se cree que es causada por el papel que juega el metano que prolifera en los pantanos donde ocurren estas tormentas.

Todo esto da como resultado una luz que ilumina la noche y que se puede observar desde varios cientos de kilómetros de distancia, lo que permitía, en la época de los veleros, la navegación nocturna en las aguas del Macaraibo.

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Este peculiar fenómeno meteorológico, que tiene al menos dos nombres diferentes “Relámpago del Catatumbo” y “Faro de Macaraibo”, es, sin duda, el que presenta mayor actividad tormentosa en todo el planeta Tierra debido al número de días al año con tormentas (unos 160) y las 50 descargas eléctricas por minuto que, de media, se producen en cada episodio (cada una dura entre 7 y 10 horas).

Así, además de que el cielo se ilumina durante toda la noche, la cantidad de ozono que se genera es gigantesca. Alrededor del 10% de lo que se produce en todo el mundo.

En los últimos años el fenómeno casi ha desaparecido, ¿por qué?

Durante los últimos años se han detectado largos periodos de tiempo en los que los rayos perpetuos casi se han disipado. Se cree que está relacionado con la ocurrencia de varias sequías severas en esta zona, con la consiguiente degradación de los pantanos por falta de agua.

Esto significa que el transporte de ozono a la atmósfera ha disminuido, con afectación a nivel mundial, dada la enorme producción de este gas relacionado -exclusivamente- con los rayos perpetuos.