El tornado más destructivo de la historia de España
Un 15 de marzo del año 1671, es decir, hace exactamente 348 años, la ciudad de Cádiz fue parcialmente arrasada por un devastador tornado.
El episodio de 1671 tuvo una considerable importancia a nivel meteorológico y climatológico, ya que hasta la actualidad es el tornado de mayor intensidad que se ha registrado en España desde que existen registros. Según los cuantiosos daños que se produjeron debido a los vientos huracanados, se dedujo que su intensidad fue equivalente a la de un tornado de potencia F3, es decir, con rachas de viento comprendidas entre los 250 y los 320 km/h. Así mismo, hay que destacar que el fenómeno acontecido fue clave en la evolución futura de un elemento muy típico de la arquitectura de dicha ciudad en el día de hoy, como las torres-miradores de sus casas.
Condiciones meteorológicas excepcionales
En cuanto a las condiciones meteorológicas que pudieron favorecer la aparición de un tornado de tal magnitud en nuestras latitudes, una de las hipótesis que cuenta con más consenso, es que se desarrolló por una supercélula de una línea de turbonada. Nos obstante, en las zonas costeras de la península Ibérica no se tiene constancia clara de que se hayan formado tormentas supercélulares de forma aislada, aunque en ocasiones sí que se desarrollan núcleos tormentosos muy parecidos a las supercélulas dentro de líneas de turbonada o en líneas de tormentas convectivas.
Según los estudios realizados, los vientos predominantes durante toda la noche fueron del este-sudeste, mientras que la tormenta que provocó el tornado, se fue trasladando de oeste a este. Por otra parte, se deduce que habría bastante aire frío en altura, debido a la gran inestabilidad registrada y que por la desviación que se dio en la supercélula los vientos predominantes en niveles medios eran del oeste. Por lo tanto, la situación sinóptica general que pudo predominar aquel día, es la de una vaguada en altura con dirección nordeste a sudoeste, una cantidad apreciable de aire frío en su interior y una zona de bajas presiones en superficie situada en las inmediaciones del Golfo de Cádiz.
Víctimas humanas y daños materiales muy cuantiosos
Además de los cuantiosos daños materiales hay que resaltar que, en cuanto al número de víctimas, se estimó que sumando la ciudad y sus alrededores los fallecidos superaron las 60 personas, sin contar los cadáveres que desaparecieron en la zona marítima. En cualquier caso, los datos no son oficiales y parecen excesivos por muy diversos motivos, entre los que destacan la solidez de las construcciones de la ciudad y que el evento se diera de madrugada, cuando la mayoría de la población se encuentra en el interior de sus viviendas.