El mar más peligroso del mundo está en Argentina: así es el Pasaje de Drake
El Pasaje de Drake, conocido también como el Mar de Hoces, es el lugar más peligroso y hostil de todos los océanos del mundo. Situado al sur de Argentina, separa Sudamérica de la Antártida. ¿Qué ocurre en sus aguas turbulentas?
El Pasaje de Drake (Paso/Estrecho de Drake, o Mar de Hoces), es el nexo entre el continente Antártico y el resto del mundo, se trata de un gran pasaje marítimo que ha sido atravesado por muchos de los exploradores más famosos del planeta.
Argentina posee bocas orientales de 3 pasajes bioceánicos estratégicos: el Estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle y el Pasaje Drake, y sobre este último vamos a profundizar más.
El origen de su nombre
Si bien su descubridor fue el navegante español Francisco de Hoces, quién lo cruzó en el año 1536 durante la expedición a las Molucas de García Jofre de Loaísa, unos 40 años después, el explorador británico sir Francis Drake lo atravesó, y se dio cuenta de que podría haber una conexión entre los océanos Atlántico y Pacífico tras pasar por el Estrecho de Magallanes en 1578. Por eso, aunque en el mundo hispanohablante sea conocido como Mar de Hoces, la denominación posterior es la más reconocida: Pasaje de Drake.
Así se formó el mar más peligroso del mundo
La Antártida estuvo conectada a la actual Sudamérica durante el Eoceno (desde hace 56 hasta casi 40 millones de años atrás). Con el paso del tiempo, las masas terrestres del planeta continuaron su movimiento.
Finalmente, la Antártida se separó de Sudamérica y dio paso a una gran corriente oceánica que la rodeó: esa es la Corriente Circumpolar Antártica (CCA).
La placa tectónica oceánica de Scotia, situada entre el Océano Pacífico, Atlántico y Glacial Ártico, se originó durante el Cenozoico. Esta placa limita al norte con la placa Sudamericana, al sur y al oeste con la placa Antártica, y al este con la microplaca de las Islas Sándwich del Sur.
En la era geológica del Oligoceno, entre 30 y 18 millones de años atrás, por la migración de la placa de Scotia hacia el este, comenzó la apertura del Pasaje Drake y se separó la península Antártica del subcontinente sudamericano en el Mioceno. Asimismo, comenzó el desplazamiento de los Andes de su posición original orientada norte-sur a la actual este-oeste.
Pasaje de Drake: clima y turbulencia
La CCA, conocida también como la Deriva del Viento del Oeste, circula en el sentido de las agujas del reloj alrededor de la Antártida y forma una división entre las aguas cálidas del Subantártico y las corrientes frías cercanas al continente Antártico. Es la principal responsable de las bajas temperaturas que mantienen las enormes capas de hielo de la Antártida.
El Pasaje de Drake es una vía fluvial colosal, mide aproximadamente 800 kilómetros de ancho, 1000 kilómetros de largo, y es la distancia más corta entre el continente Antártico y cualquier otra masa terrestre. Conecta los océanos Atlántico y Pacífico entre el Cabo de Hornos (el punto más austral de América del Sur) y las Islas Shetland del Sur, situadas a unos 160 km al norte de la península Antártica.
Esta es una zona de transición climática que separa las condiciones subpolares frías y húmedas de Tierra del Fuego, de las regiones polares heladas de la Antártida, de ahí que sus aguas sean consideradas las más peligrosas o turbulentas del planeta. El Paso de Drake restringe la Corriente Circumpolar Antártica (CCA) a una región geográfica estrecha, lo que lo convierte en el mejor lugar para medir las propiedades de la CCA.
Este Pasaje es una región muy dinámica, zona de convergencia, vientos rachados, corrientes marinas y olas masivas que pueden alcanzar los 9-12 metros de altura. En ocasiones, se forman ciclones en el Pacífico cálido antes de ser arrastrados hacia el Pasaje de Drake.
Este cuerpo de agua es muy profundo, en promedio unos 3400 metros, y una profundidad máxima de 4800 alrededor de los límites sur y norte del Pasaje. Sus aguas son ricas en plancton y krill, fuente de alimento esencial para las ballenas azules y de aleta, los calamares, las focas cangrejeras y los pingüinos emperador.
Un lugar remoto, pero muy importante y concurrido
Los navegantes históricos que cruzaron el Pasaje de Drake en la época en la que el comercio se movía a base de barcos, tuvieron que superar arduas pruebas para atravesar con éxito los mares bravos y las condiciones gélidas del ambiente, sin la ayuda de la tecnología actual para sortear mejor las dificultades, claro.
En la actualidad, los turistas modernos lo usan también como la puerta de entrada principal a la Antártida. Aunque los barcos modernos pueden cruzar la región de forma segura, el viaje hacia el continente blanco por el Pasaje de Drake dura aproximadamente 36 horas, zarpando desde Ushuaia (la ciudad más austral del mundo), en la provincia de Tierra del Fuego, Argentina.
Es el camino más corto a la Antártida, pero también el más peligroso (tanto por mar como por aire) por su agitada meteorología. Existe una alta demanda del producto “turismo en la Antártida”, lo que muchos no saben es que se trata de una industria muy exigente con los tiempos, y en ocasiones esto es un verdadero peligro, los capitanes no deben tomar decisiones arriesgadas al transitar el Pasaje de Drake.