El devastador megatsunami de más de 500 metros que arrasó una bahía
En 1958, una ola de más de 520 metros asociada a un enorme tsunami arrasó una bahía y se dejó sentir en zonas cercanas. ¿Cómo, por qué y dónde se produjo? Aquí te lo explicamos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó en el año 2015 la fecha del 5 de noviembre como el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, con el objetivo de reconocer la importancia de estar preparados para estos eventos, así como de contar con sistemas de alerta temprana que protejan la vida de las personas y prevengan los daños causados por los tsunamis.
Un tsunami es una sucesión de olas gigantescas causadas por alguna perturbación bajo el agua. Normalmente se produce por un terremoto en el fondo del océano, aunque también pueden ser provocados por derrumbes en la costa, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierras submarinas o incluso el impacto de un meteorito en el mar.
En la historia reciente de los tsunamis, destaca el megatsunami ocurrido en la bahía Lituya, en el noreste del Golfo de Alaska. Un sismo de magnitud de momento de 7,8, con una intensidad máxima percibida de XI (extremo) en la escala de Mercalli, tuvo su epicentro en la latitud 58.37° N, longitud 136.67° O, cerca de la cordillera Fairweather.
Si bien no existe un límite claro respecto de la magnitud que debe tener un sismo para generar un tsunami de origen tectónico, tampoco es el único elemento determinante para que comience, se suman la profundidad del hipocentro, la morfología de las placas tectónicas involucradas y la geografía local, como en este caso.
El tsunami con la ola más grande de la historia reciente
La falla Fairweather se encuentra cerca de la bahía Lituya, una zona con actividad sísmica frecuente y muchas veces de magnitud considerable, tal es así que aquella noche fatídica de 1958 un fuerte terremoto provocó un deslizamiento masivo.
Se estima que en menos de dos minutos, más de 30 millones de metros cúbicos de tierra y rocas del glaciar Lituya cayeron desde unos 900 metros de altura hacia el agua. El impacto hizo que se levantara una columna de agua de 520 metros de altura aproximadamente, avanzando a la entrada de la bahía con una velocidad cercana a los 200 km/h que terminaron la ola más grande de la historia reciente.
No existe material audiovisual que documente el momento del impacto, pero las evidencias posteriores al desastre se pueden ver incluso décadas después, por la enorme destrucción que causó aquella enorme ola. Existen simulaciones basadas en las evidencias posteriores que nos ayudan a comprender como fue el impacto de la ola.
Las consecuencias del terrible muro de agua
La geografía del lugar jugó un papel fundamental, amplificando las consecuencias de este desastre natural. La bahía Lituya es un sitio relativamente cerrado, un espacio de agua rodeado por tierra que le dio la oportunidad a la ola de arrasar con todo a su paso, y sobre todo de crecer en altura al tener un espacio menor en los laterales. Fue tan grande que devastó tierras colindantes y finalmente salió hacia el Golfo de Alaska.
La zona afectada forma parte del Parque y Reserva Nacional Glacier Bay. Por suerte, los alrededores estaban deshabitados, aunque según la información revelada en ese momento se calcula que 39 personas perdieron la vida por el terremoto y posterior tsunami.
La gran ola amenazó seguramente a tres barcos de pescadores que se encontraron en la bahía, por suerte uno de ellos pudo esquivar la ola; otra embarcación se elevó hasta la entrada de la bahía donde finalmente se hundió tras alcanzar más de 30 metros sobre el nivel de los árboles, pero sin dejar víctimas. La embarcación llamada 'Sunmore' no corrió con la misma suerte: el matrimonio que estaba a bordo perdió la vida tras ser engullidos por la enorme pared de agua.
Por aquel entonces, la zona más poblada de los alrededores era la isla de Yakutat. Allí, el megatsunami dejó un terrible panorama, ya que buena parte de la isla quedó sepultada bajo el mar. La zona sufrió daños moderados teniendo en cuenta la magnitud del terremoto y el tamaño de la ola: puentes, muelles y oleoductos también se vieron dañados.
Una torre de agua se derrumbó y una cabaña sufrió daños irreparables. Se produjeron ebulliciones de arena y grietas cerca de la costa sureste, y se cortaron los cables submarinos que soportaban el Sistema de Comunicación de Alaska.
En el año 2010, los científicos analizaron una ladera cercana y se sorprendieron al detectar un cambio en la vegetación del lugar. Los geólogos pueden estimar la altura de la ola al estudiar la edad de la vegetación presente, el hecho de que la flora más joven se encuentre por encima de los 500 metros de altura indica que la gigantesca ola arrasó por completo con toda la bahía hasta dicha cota.