El deshielo de Groenlandia podría provocar olas de calor en Europa: ¿sucederá en el verano de 2024?
Un equipo de científicos ha descubierto que la entrada de agua procedente del deshielo de los glaciares de Groenlandia en el océano Atlántico puede desencadenar veranos calurosos y secos en Europa.
El deshielo de los glaciares de Groenlandia es una fuente creciente de agua dulce para el Atlántico Norte, hasta el punto de que podría alterar la circulación normal de los océanos, afectando al clima mundial. Esto, ya lo hemos comentado en Meteored, es motivo de preocupación con escenarios de película de catástrofes a medio y largo plazo, pero también tiene efectos inesperados a escala estacional.
A medida que aumenta el deshielo, un nuevo estudio sugiere que las olas de calor y las sequías europeas serán más intensas en el futuro. El calentamiento sobre Europa tras las fuertes descargas de agua dulce en el Atlántico Norte se sumará al calentamiento que ya se está produciendo debido al cambio climático, provocando un desplazamiento de los centros de acción que afectan a los veranos europeos.
Científicos del Centro Nacional de Oceanografía (NOC) de Southampton (Reino Unido) han descubierto que un aumento del agua de deshielo en el Atlántico Norte puede desencadenar una serie de acontecimientos que provoquen veranos más cálidos y secos en Europa.
Algunas conclusiones de la investigación
El estudio es obra de un equipo de científicos, cuya coordinadora ha sido Marilena Oltmanns, del Centro Nacional de Oceanografía. Su trabajo en profundidad, titulado "El clima estival europeo está relacionado con las anomalías de agua dulce en el Atlántico Norte en años anteriores", se publica en la revista de acceso abierto Weather and Climate Dynamics de la Unión Geofísica Europea.
Este estudio sostiene que el curso del verano europeo puede predecirse con meses o incluso años de antelación observando las cantidades de agua dulce que fluyen hacia el Atlántico Norte procedentes del deshielo de la capa de hielo de Groenlandia.
Al hablar de las implicaciones de este estudio, Oltmanns declaró: "Mientras que el Reino Unido y el norte de Europa experimentaron un tiempo inusualmente fresco y húmedo en el verano de 2023, Groenlandia vivió un verano inusualmente cálido, lo que provocó un aumento del suministro de agua dulce en el Atlántico Norte".
Basándonos en la cadena de acontecimientos identificada, predecimos que las condiciones oceánico-atmosféricas serán favorables para un verano inusualmente cálido y seco en el sur de Europa este año", añade
El enfoque y el método del estudio
El análisis se basa en amplias observaciones, y revela que las intensas anomalías de agua dulce que fluyen en el Atlántico Norte provocan una marcada diferencia de temperatura oceánica entre el Ártico subpolar y el Atlántico subtropical en invierno. Esto provoca un aumento de la inestabilidad atmosférica y un cambio en la circulación general de la atmósfera, induciendo condiciones sinópticas anómalas en Europa.
Las teleconexiones de este complejo fenómeno también sugieren elementos para mejorar la previsión estacional con al menos un invierno de antelación. La localización y la intensidad de las anomalías en Europa durante el verano siguiente están estrechamente vinculadas a las anomalías de agua dulce del Atlántico Norte del invierno anterior.
Las variaciones del viento en la troposfera baja durante el verano muestran una anomalía de la circulación atmosférica a gran escala, con regiones de Europa que experimentan temperaturas más altas y condiciones de precipitaciones más secas. Estas variaciones son coherentes con la presencia de anticiclones de bloqueo.
¿Nos esperan varios veranos calurosos y secos en Europa?
El enfoque estadístico utilizado reveló la sensibilidad del clima estival europeo a la temperatura oceánica. Las anomalías climáticas pueden variar debido a pequeñas desviaciones en las características espaciales del modelo.
No obstante, este estudio abre nuevas perspectivas para formular escenarios estacionales plurianuales. Marilena Oltmanns añadió a la prensa: "En función de la trayectoria del agua dulce en el Atlántico Norte, esperamos veranos más cálidos y secos en el norte de Europa en los próximos cinco años".
En conclusión, la coordinadora del artículo afirma: "Nuestros resultados demuestran la importancia de las observaciones oceánicas para garantizar que los modelos climáticos detecten todos los procesos físicos necesarios para realizar previsiones meteorológicas precisas.
Este estudio supone un paso adelante en la mejora de los modelos, permitiendo a las industrias y partes interesadas planificar con antelación condiciones meteorológicas específicas, de modo que puedan adaptar los métodos agrícolas para ser más resistentes, planificar la producción y el uso de la energía y prepararse para fenómenos extremos e inundaciones.
Referencia de la noticia:
Oltmanns, M., Holliday, N. P., Screen, J., Moat, B. I., Josey, S. A., Evans, D. G., and Bacon, S. (2024): European summer weather linked to North Atlantic freshwater anomalies in preceding years, Weather Clim. Dynam., 5, 109–132, https://doi.org/10.5194/wcd-5-109-2024.