El año no dura 365 días
Cuando va terminando febrero toca mirar el calendario para comprobar si tiene 28 o 29 días. Cada cuatro años nos encontramos con uno bisiesto, creado para ajustar un error: el año no dura 365 días.
Hoy es día 1 de marzo y hemos dejado atrás el mes de febrero, que este año ha durado 28 días. Y es que cuando abrimos el calendario cada año siempre vamos a buscar las mismas cosas: cuándo es Semana Santa, en qué día de la semana caen todos los festivos o si el mes de febrero tiene 28 o 29 días. Esto no es ninguna tontería. Trabajar un día más o un día menos se nota. Y no digamos la gente que nació en 29 de febrero.
Los años bisiestos son una cosa más de todas las peculiaridades que tiene nuestro calendario. Desde los nombres de los meses, la alternancia de 30 y 31 días, hasta el hecho que marcó el año 1. Son ajustes que hemos ido añadiendo cuando, en realidad, todo sería más fácil si los meses tuvieran todos la misma duración y el nombre de cada uno de ellos fuera primero, segundo, etc... Pero son mucho más bonitos lo que tenemos ahora.
Hoy vamos a hablar de los años bisiestos, que son cada cuatro años. El último fue justo el año pasado, y el próximo, no será hasta 2024. Tocará añadir un día extra al mes que es más corto: febrero. Un ajuste que se hace para arreglar algo que damos por sentado y que no es: un año no dura 365 días.
Cuánto dura un año exactamente
Consideramos un año como el tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta completa alrededor del Sol. Pero esta definición, también denominada año sideral, no encaja con nuestro calendario de 365 días. ¿Dónde está el error? Evidentemente, en nuestro calendario. La Tierra gira de forma matemática cada año de la misma manera.
En 365 días a la Tierra no le damos suficiente tiempo en dar una vuelta completa al Sol. Se queda corta 6 horas, 9 minutos y 9,76 segundos. Este retraso se va acumulando cada año. De esta manera, cada cuatro años añadimos un día más al mes de febrero para que a la Tierra le dé tiempo a recorrer esas casi 24 horas que le faltan hasta llegar al punto donde debería.
Esto también se puede leer de otra manera. La Tierra tarda exactamente 365 días, 6 horas y 9,76 minutos en dar una vuelta completa al Sol. Esta definición se denomina año solar o trópico.
El motivo es la forma en la que hemos dividido el año. El formato de meses, semanas y días no puede encajar de ninguna manera con el año sideral. Por esto tenemos que hacer el ajuste o chapuza de modificar cada cuatro años el calendario inventándonos un día extra.
Duración de los años en otros planetas
Los otros planetas del Sistema Solar tienen años más largos o cortos dependiendo de la distancia que les separa del Sol. Mercurio, el planeta más pequeño, tarda 87 días terrestres y 23,23 horas. El año en Venus dura 224,7 días. El mediático Marte tarda 687 días. El planeta más grande, Júpiter, se pasa 11,86 años terrestres para dar la vuelta al Sol. Saturno lo hace en 29 años, Urano en 84 y Neptuno en 165 años.