¿Dormir hasta tarde es peligroso para la salud? La respuesta te sorprenderá

Dormir hasta tarde, un hábito común y generalmente idealizado, esconde en realidad aspectos más complejos. Disfrutado por su lado reconfortante, plantea sin embargo interrogantes sobre sus beneficios y riesgos reales para nuestra salud.

Dormir hasta tarde es el arte de prolongar el sueño más allá de la hora habitual de despertarse. Esta práctica es especialmente habitual los fines de semana o en los días libres.

Se considera una forma de recuperarse tras una semana ajetreada, pero la ciencia nos demuestra que las consecuencias de dormir hasta tarde son mucho más complejas.

¿Qué ventajas tiene dormir hasta tarde?

Dormir hasta tarde puede mejorar la función cognitiva al dar al cerebro más tiempo para descansar y recuperarse. Un sueño prolongado puede mejorar nuestra capacidad para mantenernos alerta y procesar la información a lo largo del día, lo que se traduce en una mejor capacidad de reacción, una atención sostenida y una memoria reforzada.

¿También es bueno para nuestro cuerpo?

También desempeña un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmunitario, permitiendo a nuestro organismo defenderse más eficazmente contra las infecciones y las enfermedades.

Además, dormir hasta tarde puede influir positivamente en nuestro estado emocional al favorecer la liberación de ciertas hormonas relacionadas con el bienestar, como la serotonina y la dopamina, ayudando así a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión.

¿Cuáles son los riesgos potenciales?

Sin embargo, dormir hasta tarde no está exento de riesgos para nuestra salud, sobre todo cuando se hace con regularidad o en exceso.

Puede alterar nuestro ritmo circadiano, en particular creando un desajuste entre nuestro reloj biológico interno y nuestros horarios sociales, lo que puede afectar a nuestro metabolismo y estado de ánimo y aumentar el riesgo de sufrir diversos problemas de salud, como depresión, obesidad y cardiopatías.

¿Dormir demasiado es peligroso para la salud?

Dormir demasiado también puede alterar el equilibrio hormonal y metabólico de nuestro organismo, favoreciendo la aparición de problemas como la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la dislipidemia.

Además, las personas que duermen regularmente más de 9 horas por noche corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Por último, dormir hasta tarde por la mañana puede alterar nuestro reloj biológico interno, provocando trastornos del sueño y un desequilibrio en la sincronización de nuestros ritmos biológicos.

¿Qué dicen los estudios?

Los estudios están divididos sobre si dormir hasta tarde realmente compensa la privación de sueño. Un trabajo de 2015 de la Universidad de Colorado sugiere que podría empeorar los efectos de la privación de sueño, mientras que un estudio de 2018 en el Journal of Sleep Research sugiere que podría aumentar la esperanza de vida.

Para dormir plácidamente, es esencial mantener un horario constante a la hora de acostarse y levantarse. También es importante crear un entorno propicio para el sueño, como un dormitorio oscuro y tranquilo. Es una buena idea reducir el consumo de cafeína y pantallas antes de acostarse. Practicar técnicas de relajación para conciliar el sueño puede ser de gran ayuda.