¿Dónde se registran los niveles más altos de radiación ultravioleta?
Los rayos del sol no indicen igual en todo el planeta. En algunas partes del mundo extremar la protección frente al sol se hace todavía más necesario. ¡Te contamos dónde!
Quizás nunca te hayas planteado si necesitas llevar protección solar extra cuando vas de vacaciones. Lo más seguro es que apliques tu fotoprotector tal y como lo haces habitualmente, pero ¿sabes que en algunas partes del mundo el sol es mucho más agresivo?
Hay un lugar que ocupa el primer puesto en el ranking de registros más elevados de radiación ultravioleta: los Andes bolivianos, a 2.400 metros de la línea ecuatorial. En el año 2003 se midieron niveles de récord: un índice de 43. Teniendo en cuenta que un índice de 11 es considerado extremo, hablaríamos de valores muy perjudiciales para la vida terrestre y acuática.
Lo normal es que esta zona del planeta se registren índices alrededor de 26, pero este pico de 43 fue debido a otros factores como una disminución del ozono por las tormentas y los incendios forestales, y una llamarada solar que tuvo lugar dos semanas antes de este registro.
La radiación solar y la capa de ozono
Aunque se hable menos de él en la actualidad, el agujero de la capa de ozono existe. El ozono absorbe los rayos UV-B, los más dañinos que recibimos del sol, protegiéndonos de sus consecuencias negativas como enfermedades en la piel o en la vista. La firma del protocolo de Montreal en el año 1987, un ejemplo de cooperación internacional en materia medioambiental, permitió proteger la capa de ozono, la cual presentaba un gran “agujero” debido a los clorofluorocarbonos (CFC). A mediados de los 90 dejaron de comercializarse productos como aerosoles para el pelo o sistemas de refrigeración que contenían estos gases.
Desde entonces, la salud de la capa de ozono ha mejorado mucho. De hecho, se espera que para el año 2060 el ozono regrese a valores similares a los de 1980 en el hemisferio sur y que para 2030 se asemeje a los de los años 80 en las latitudes medias del hemisferio norte.
No obstante, en los últimos años ha habido un incremento en las emisiones totales globales de los CFC-11 que parece tener su origen en la China oriental. Los clorofluorocarbonos que se liberan en la atmósfera son descompuestos por la radiación ultravioleta, liberando así el cloro que hace que el ozono se deshaga.
Los países más afectados por la disminución de la capa de ozono son los países de mayor latitud del hemisferio sur como Chile, Argentina o incluso Australia. De hecho, en este último, las autoridades sanitarias se esmeran enormemente, a través de campañas publicitarias, en avisar a su población de los riesgos de la exposición solar. Allí el sol es mucho más agresivo y la protección solar se hace más necesaria si cabe.
¿Qué debemos evitar?
La radiación ultravioleta que recibimos depende de numerosos factores. En primer lugar, la época del año en la que nos encontramos. En el hemisferio norte es julio el mes en el que recibimos mayor radiación solar. También influye la hora del día, ya que los rayos del sol inciden de forma más directa en las horas centrales.
El estado del cielo es igualmente importante. Aunque la radiación solar puede atravesar las nubes, una mayor cobertura nubosa hará que esta sea menor. Por otro lado, superficies con un mayor albedo, es decir, con una mayor capacidad para reflejar la luz solar, hará que los rayos reboten y que incidan en mayor medida. Estas superficies son, por ejemplo, la nieve o la arena.
Además, la radiación solar que nos llega es también una cuestión de altitud y de latitud. En zonas más elevadas, como las montañas, la exposición es mayor y cuanto más nos alejamos del ecuador, la exposición a los rayos ultravioleta disminuye.