Así es el cementerio de naves espaciales, el lugar más remoto de la Tierra
Tiene una ubicación única, esconde los restos de la conquista espacial, y los humanos más cercanos están en el espacio: así es el lugar más aislado de nuestro planeta.
Existe un lugar al que van a parar todos los restos metálicos que ingresan a la atmósfera desde el espacio. Se trata del Punto Nemo, un sitio inhóspito en el medio del Pacífico, considerado el más remoto del planeta.
Así es el Punto Nemo
También es conocido como el polo de inaccesibilidad y aquí, desde 1971, han caído más de 260 naves espaciales, o, mejor dicho, los restos de satélites, cohetes y telescopios que la humanidad alguna vez envió al espacio y que, al término de su vida útil, debieron reingresar a la atmósfera.
Aunque la mayor parte de estas estructuras se desintegra en este trayecto, los fragmentos más grandes sobreviven a la ignición y tienen su última morada en el Punto Nemo.
¿Qué tiene este sitio que otros no tengan? Para empezar, una ubicación “privilegiada” para estos fines. Se encuentra a 1600 kilómetros de las tierras más cercanas: al norte, la isla de Ducie; al noreste, Motu Nui, cerca de la isla de Pascua; y al sur, la Isla Maher, en la Antártida. Estos lugares no están habitados.
En 1992, el topógrafo croata Hrvoje Lukatela utilizó tecnología satelital para calcular con precisión las coordenadas de ese sitio, teniendo en cuenta la curvatura de la Tierra. Este cálculo reveló que el Punto Nemo se encuentra equidistante a todas las islas mencionadas, y que no hay ningún otro lugar en el mundo que reúna esta característica.
Uno de los datos más curiosos es que los seres humanos más próximos al Punto Nemo son los astronautas de la Estación Espacial Internacional, que todos los días pasan a 400 km de distancia, orbitando la tierra.
Otro detalle particular es su ubicación en el centro de la Corriente Circular del Pacífico Sur, que lo aísla al sur con la Corriente Circumpolar Antártica. Esto impide la llegada de corrientes frías ricas en nutrientes. Las condiciones son extremas para la vida, por lo que es considerado uno de los lugares con menos biodiversidad en el planeta.
Dada la lejanía con la actividad humana, y que el tráfico marítimo y la pesca son casi nulos, la caída de chatarra especial no supone un riesgo para la vida. Los desechos se hunden en el océano, hasta los 3700 metros de profundidad, por lo que se considera que el impacto ambiental es el mínimo posible.
Las agencias espaciales –incluida la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Rusa- calculan meticulosamente los reingresos a Tierra para que los escombros vayan a acuatizar a esa zona del Pacífico.
La famosa estación espacial soviética MIR, que salió de órbita en 2001, también terminó en el Punto Nemo. Pronto llegará el turno de la Estación Espacial Internacional, cuando salga de servicio en 2031. También el telescopio Hubble, que algún día correrá la misma suerte.
Punto Nemo, entre la realidad científica y la ficción literaria
Su nombre es un homenaje al Capitán Nemo, el protagonista de las novelas de Julio Verne, como "Veinte mil leguas de viaje submarino" y "La isla misteriosa". En latín, Nemo significa "nadie", nombre por demás apropiado para este lugar donde solo hay agua.
En 1997, un grupo de oceanógrafos detectó un ruido particular en la zona. Era un sonido potente, de baja frecuencia y de gran amplitud. Lo llamaron el “bloop”, y dio lugar a todo tipo de especulaciones sobre su origen, desde terremotos subacuáticos hasta espionaje soviético o criaturas marinas desconocidas.
Finalmente, la Agencia Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA) determinó que el "bloop" fue ocasionado por la ruptura de hielo en regiones polares. Aún así, algunos escépticos continúan alimentando historias sobre calamares y pulpos gigantes que emiten sonidos desde lo profundo del Punto Nemo.
El bloop y el Punto Nemo se relacionaron también con los relatos del escritor estadounidense H. P. Lovecraft, en los que a menudo aparecen ciudades sumergidas, como R'lyeh, donde habitan criaturas marinas gigantescas. La cercanía del punto donde se detectó el “bloop" con la ubicación ficticia de R'lyeh ha alimentado aún más la mística del lugar.
Posiblemente, con el correr de los siglos, el Punto Nemo se convierta en un lugar sagrado para la arqueología, ya que en sus profundidades se está albergando la historia de cómo la humanidad conquistó el espacio.