¡Fascinante! Las rocas de una isla española son iguales a las de la Luna
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature confirma que las rocas que cubren una parte de la superficie de una isla española son idénticas a las recogidas en la Luna por el Apolo 11. ¿Dónde se ha producido este increíble descubrimiento?
Sí, has leído bien. En el último número de la prestigiosa revista Nature, cuatro investigadores españoles: Fernando Alberquilla del Instituto de Geociencias del CSIC (IGEO) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Jesús Martínez Frías del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) e IGEO, Valentín García Baonza (IGEO-UCM) y Rosario Lunar (IGEO); compararon las propiedades de las rocas lunares, recolectadas directamente de nuestro satélite, con las de los basaltos recogidos por ellos mismos en las Peñas de Tao, en Lanzarote.
Recordemos que Alan Shepard y Edgar Mitchell alunizaron el 5 de febrero de 1971, gracias al programa Apolo de la NASA. A pesar de que se recolectaron 42,80 kg de rocas lunares durante la misión, son tan escasas y valiosas que resulta inconcebible experimentar con ellas a gran escala.
Por ello, se ha tenido que recurrir al "plan B": buscar alguna recóndita región en nuestro planeta donde los materiales sean muy parecidos a los de nuestro satélite. Y nuestros científicos han dado en el clavo, ¡Lanzarote los tiene!
Rocas idénticas a las lunares en el norte de Lanzarote
Las rocas obtenidas por los científicos en las Peñas de Tao, un paraje que se encuentra en el extremo norte de esta fascinante isla, son idénticas al regolito que pisaron Shepard y Mitchell en la Luna.
Las Peñas de Tao se localizan en Haría, en el entorno del volcán de La Corona: concretamente en su sector oriental y en pleno campo de sus malpaíses. Los fragmentos de roca de gran tamaño proceden de la destrucción parcial de uno de los flancos del edificio volcánico de La Corona, procedentes del Pleistoceno superior.
Tras extraerse unos 3 kilos de rocas basálticas lanzaroteñas, se compararon con las propiedades fisicoquímicas, mineralógicas y morfológicas de las lunares, apreciándose una fuerte correlación entre ellas. Y no solo en términos mineralógicos y geoquímicos, sino también en sus propiedades físicas, según explican los autores de este trabajo en su artículo.
Además, Lanzarote alberga 63 lugares de interés geológico con alta singularidad y representatividad. A este atractivo hay que sumar el interés astrogeológico comprobado en esta investigación, por sus similitudes con la Luna.
¿Por qué queremos experimentar con ellas?
Tras confirmarse que las rocas son análogas, se abre un nuevo campo de investigación. Entre las ideas más extravagantes sobre qué hacer con estas rocas, los científicos han considerado que se podrían realizar ensayos sobre su potencial como material de construcción o experimentos, dirigidos a saber cómo se podrá fabricar en la Luna con los materiales propios. Además, estos datos también nos podrían guiar en cómo se podría sembrar y cultivar en ella.
Complementando a todas estas actividades, se abrirán nuevas líneas de investigación vinculadas a la realización de ensayos geológicos y astrobiológicos adicionales.
Además, el alto grado de parecido de la superficie de Lanzarote con nuestro satélite, permitirá poner el práctica protocolos de exploración para futuras misiones espaciales, contribuyendo así contribuirá a su habitabilidad y a la supervivencia de los astronautas que un día se instalen allí.