Descubren el origen de una daga extraterrestre que tenía Tutankamón
Uno de los elementos más misteriosos hallados en la tumba de Tutankamón, en el Valle de los Reyes, es una daga realizada con material meteorítico. ¿Cómo ha llegado ahí? No te pierdas los resultados de una sorprendente investigación.
KV62. Esa es la identificación de una de las tumbas más famosas jamás descubierta en el Antiguo Egipto. Fue descubierta el 4 de noviembre de 1922 en el Valle de los Reyes, bajo los restos de viviendas que pertenecieron a trabajadores de épocas posteriores. Si bien es un mito que nunca recibió saqueos, el hecho de que se construyeran viviendas encima hizo que la mayor parte de su increíble contenido llegara a la actualidad. Howard Carter fue quien la descubrió. El misterio se inició ese mismo día, y finalmente fue abierta el 20 de marzo de 1923.
Cuidadosamente, se fue excavando y llevando su contenido al Museo de El Cairo, con algo más de 5000 piezas, que recién se pudieron extraer completamente en 1930. Desde las enfermedades de quienes ingresaron primero, hasta flores que se desintegraban al tocarla luego de estar 3300 años sin recibir oxígeno en un sector de la tumba, Tutankamón se convirtió en una expresión de la historia del Antiguo Egipto, siendo la mascara funeraria de oro macizo la más icónica.
Uno de los elementos más misteriosos es una daga con materiales de origen extraterrestre de la que quedaban por resolver muchas preguntas que ahora parecen tener respuesta, gracias a un trabajo de investigadores japoneses y egipcios, según lo que indica National Gegraphic. Tutankamón gobernó durante la Dinastía XVIII del Antiguo Egipto, durante el siglo XV antes de Cristo.
Material de origen meteorítico
Apoyada en una de las piernas del faraón y envuelta, la daga parecía ser una de sus posesiones más importantes. Hoy sabemos que está realizada sobre material meteorítico. La daga mide casi 35 centímetros de longitud y su hoja de hierro contiene un 11% y un 0,6%, materiales de origen meteorítico.
Análisis químicos que se hicieron sobre la daga permitieron inferir que se fabricó a baja temperatura y posiblemente fue un regalo llegado desde un rey de Anatolia, en la actual Turquía. Takafumi Matsui, de la Universidad de Chiba en Japón, fue quien dirigió el estudio sobre esta misteriosa daga. La investigación fue publicada en la revista Meteorics & Planetary Science, y logró identificar que la distribución de níquel en la superficie de la daga se calentó a baja temperatura, es decir a más de 800 ºC y a menos de 950.
La presencia de cierto patrón estructural del níquel sugiere que el meteorito del que procedía el hierro con el que se forjó la hoja pertenecía a un grupo de meteoritos férricos conocido como octaedritas. En el análisis también se ha documentado la presencia de azufre, zinc y cloro.
¿Cómo llegó a Egipto?
Los investigadores también descubrieron que la daga tenía presencia de restos de yeso que fue usado como material para fijar los elementos decorativos de la empuñadura, una técnica que era desconocida en Egipto en tiempos de Tutankamón. Este detalle para nada menor es que ha permitido afirmar que esta magnífica arma tiene con toda probabilidad un origen extranjero.
Otro detalle relevante de la investigación es el que permitió inferir su origen. Para ello rastrearon la correspondencia diplomática de la época, que se conoce como "cartas de Amarna", un archivo de tablillas de arcilla descubierto en la ciudad de Amarna, la capital fundada por el faraón Akhenatón (1353-1336 antes de Cristo). Esta correspondencia contiene algunas misivas enviadas por monarcas extranjeros vasallos a Amenhotep III (1390-1353 antes de Cristo) y a su hijo Akhenatón.
En una de las 'cartas de Amarna' se menciona una daga de hierro que Amenhotep III, el abuelo de Tutankamón, recibió como regalo del rey Tushratta de Mitanni. Esa daga habría pasado entonces dos generaciones hasta el faraón niño. Por su parte, el uso de yeso de cal ya prevalecían en la región de Mittanni y la región hitita en ese momento. La alta calidad del cuchillo permite establecer que la habilidad para trabajar el hierro de meteorito estaba ya bien establecida para esa época. Tutankamón fue faraón desde los 8 o 9 años, y sufría una discapacidad física por una deformidad en su pie izquierdo junto a una osteonecrosis que le obligaron a apoyarse en bastones, varios de los cuales fueron hallados en su tumba. También tenía otros problemas de salud como escoliosis y había contraído malaria, patologías que pudieron causar su prematuro fallecimiento a los 18 o 19 años.