¿Qué es un huracán, cómo se forma y cuáles son sus categorías?
Los huracanes que se forman cada año sobre las aguas cálidas tropicales de los océanos son uno de los fenómenos atmosféricos más devastadores que existen, siendo capaces de generar condiciones meteorológicas extremas e inundaciones en zonas extensas de un territorio.
Un huracán es una gigantesca máquina térmica que se forma y mantiene activo gracias al aporte constante de energía calorífica suministrada por el aire muy húmedo que descansa sobre las cálidas aguas de los mares tropicales, lo que favorece el crecimiento de los torreones nubosos que lo conforman.
El diámetro típico de un huracán suele oscilar entre los 300 y los 800 kilómetros, si bien la zona de vientos huracanados (nunca inferiores a los 119 km/h) se restringe al primer anillo de tormentas que rodea el característico ojo del huracán. Esta llamativa estructura es consecuencia de los descensos de aire que se producen justo en esa parte central, lo que despeja los cielos en una pequeña área circular de varias decenas de kilómetros de diámetro. En esa zona el tiempo es de relativa calma, luce el sol y soplan vientos bastante flojos.
¿Cómo se forma un huracán?
El ojo está rodeado de altísimas paredes de cumulonimbos (nubes de tormenta) que forman a su alrededor la espiral nubosa que muestran en las imágenes de satélite, entre cuyas calles se generan fuertes vientos racheados. Las compactas nubes de esas potentes tormentas descargan lluvias torrenciales, particularmente abundantes en el sector delantero derecho, según el sentido de la marcha del ciclón. Aparte de los vientos y las lluvias, la baja presión que se alcanza en el centro del huracán provoca una importante oscilación en la superficie marina, que al propagarse hacia las costas provoca allí lo que se conoce como la marea ciclónica o de tormenta, dando lugar a inundaciones.
En función de la intensidad de los vientos sostenidos que se generan en las paredes del ojo y de la presión que se alcance en el centro del ciclón, los huracanes pueden alcanzar 5 categorías, tal y como establece la escala de Saffir-Simpson. A los huracanes de categoría mayor o igual a 3 se les denomina majors, y tienen un alto poder destructivo.
Los nombres que se asignan a los huracanes y las tormentas tropicales se toman de listas oficiales confeccionadas por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Para cada temporada hay una lista de 21 nombres que siguen el orden alfabético, alternando los de hombre y de mujer. En el caso de que una temporada sea particularmente activa y se asignen todos los nombres de la lista, durante algunos años se recurrió a una segunda lista con los nombres de las letras del alfabeto griego, que en la temporada de huracanes 2021 la OMM sustituyó por una segunda lista de nombres alternos de hombre y de mujer.
Escala Saffir-Simpson | Velocidad de los vientos máximos sostenidos |
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Categoría 1 | 119 y 153 km/h |
Categoría 2 | 154 y 177 km/h |
Categoría 3 | 178 y 209 km/h |
Categoría 4 | 210 y 249 km/h |
Categoría 5 | Superior a 249 km/h |
Escala reconocida por la OMM para los ciclones tropicales del mar Caribe, Golfo de México, océano Atlántico Norte y océano Pacífico Norte oriental y central. |
Diferencias entre huracán y ciclón
Bajo el nombre genérico de “huracán” se conoce al ciclón tropical. De acuerdo con la nomenclatura oficial, solo debemos referirnos a los huracanes para identificar a los ciclones tropicales que se forman en la cuenca del Atlántico y en la parte oriental de la del Pacífico Norte. Los ciclones tropicales del Índico, del suroeste del Pacífico (que afectan a Australia) y del Atlántico Sur (excepcionales por su rareza) se llaman ciclones –a secas– y los de la parte noroccidental del Pacífico tifones. En todos los casos, se trata del mismo fenómeno atmosférico: un sistema cerrado de bajas presiones de grandes dimensiones y un alto grado de organización.
¿Llegarán a impactar huracanes en España?
En los últimos años la actividad ciclónica en la zona tropical del Atlántico está mostrando algunos cambios que empiezan a marcar tendencias. Todo apunta a que el cambio climático está detrás de ese cambio de comportamiento. Si bien el número de sistemas tropicales varía mucho de una temporada a otra, cada vez es más frecuente ver procesos de profundización muy rápidos, que dan lugar a huracanes de categorías altas y consecuencias devastadoras.
El calentamiento global, que ya se manifiesta claramente en las aguas superficiales del Atlántico, está favoreciendo, además, la evolución de tormentas tropicales y huracanes por la franja subtropical e incluso latitudes medias, en las cercanías del archipiélago canario y la Península Ibérica. Aunque sigue siendo poco probable que un huracán llegue a impactar en España, el hecho (ya observado) de que haya aumentado el número de sistemas tropicales y subtropicales que discurren por la parte oriental de la cuenca atlántica, convierte en una posibilidad real (no algo imposible) ese posible impacto.