¿Cuántos satélites hay orbitando alrededor de la Tierra y cómo es posible que no choquen?
¡Descubre el fascinante enigma en órbita! ¿Te has preguntado cuántos satélites orbitan alrededor de la Tierra y cómo logran evitar colisiones en un espacio abarrotado? Adéntrate en este artículo y descubre los secretos de este fascinante campo.
Desde el lanzamiento del primer satélite artificial, que fue el Sputnik 1 en 1957, la órbita terrestre se ha poblado cada vez más con un sinfín de artefactos espaciales. En la actualidad, numerosos países y empresas privadas han puesto en órbita una gran cantidad de satélites para una variedad de propósitos, como comunicaciones, observación de la Tierra, navegación y ciencia. Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿cuántos satélites hay actualmente orbitando alrededor de la Tierra y cómo es posible que no choquen entre sí?
¡Casi 11000 satélites en órbita!
La cantidad de satélites en órbita alrededor de la Tierra ha aumentado considerablemente, alcanzando la asombrosa cifra de 10928, según la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA).
En 2022, se estableció un hito significativo con el lanzamiento de 2046 satélites, marcando el año con la mayor actividad espacial registrada hasta ahora. En lo que va de 2023, esta tendencia ascendente continúa, con un impresionante registro de 544 satélites ya lanzados.
Francia cuenta con alrededor de 179 satélites, Alemania con poco más de 100, y la India con 134, según los datos actuales. Sin embargo, los líderes en términos de cantidad de satélites en órbita son China, con más de 900, Rusia, con aproximadamente 3670, y Estados Unidos, con alrededor de 8162. España también contribuye con 27 satélites.
Este crecimiento refleja el creciente interés en la exploración espacial, las comunicaciones globales y las aplicaciones tecnológicas que impulsan la demanda de satélites en órbita al mismo tiempo que plantea desafíos en términos de congestión orbital y el riesgo de colisiones.
Evitando colisiones: coordinación y tecnología
Los satélites en órbita alrededor de la Tierra no chocan entre sí debido a que se encuentran situados a diferentes altitudes y trayectorias orbitales. Cada satélite tiene una órbita específica que le permite mantener una distancia segura de otros satélites en el espacio.
La mayoría de los satélites se encuentran en la orbita terrestre baja, que abarca altitudes de 200 km a 2000 km. Aquí se encuentran los satélites de comunicaciones, teledetección y famosos proyectos como Starlink de Elon Musk y el telescopio Hubble.
La orbita terrestre media, se utiliza para sistemas de navegación como el GPS. Por encima de los 35786 km de altitud se sitúa la orbita terrestre alta, donde los satélites tienen una velocidad de rotación menor a la de la Tierra y ciclos superiores a 24 horas.
En la orbita geosíncrona, la segunda más "poblada" con unos 570 satélites, se encuentran aquellos utilizados principalmente para la observación de la Tierra y las telecomunicaciones. Estos satélites se mueven a la misma velocidad que la rotación terrestre y orbitan a la altura del ecuador.
Existen también la orbita de transferencia geosíncrona, que se utiliza para asistir a los satélites mencionados anteriormente, y la orbita altamente helíptica con 56 satélites dedicados a comunicaciones por satélite y geodetección.
Además, se utilizan sistemas de seguimiento y control para monitorear continuamente la posición de los satélites y realizar ajustes en su trayectoria cuando sea necesario. De esta manera, se garantiza que los satélites eviten colisiones y puedan operar de manera segura en el espacio abarrotado.
Desafíos y perspectivas: el equilibrio entre ventajas y problemas de los satélites en órbita
En la actualidad, la presencia de numerosos satélites en órbita brinda innumerables beneficios, pero también plantea desafíos. Uno de los problemas más destacados es la acumulación de basura espacial, lo cual podría obstaculizar el lanzamiento de nuevos cohetes.
Esta basura espacial abarca una amplia gama de objetos sin utilidad en la órbita terrestre, como fragmentos resultantes de colisiones, naves fuera de servicio y vehículos de lanzamiento obsoletos. Lamentablemente, aún no se ha encontrado una solución efectiva para abordar esta situación, lo que genera preocupación debido a la complejidad y el alto costo que implica su limpieza.
A pesar de estos desafíos, la comunidad espacial está dedicada a garantizar la seguridad y sostenibilidad del espacio exterior. La colaboración a nivel internacional y los avances tecnológicos son fundamentales para encontrar soluciones efectivas. Mediante el constante desarrollo y mejora de estrategias, se espera lograr una gestión eficiente y responsable de los satélites en el futuro. Esto permitirá promover el avance científico, facilitar las comunicaciones globales y promover la exploración espacial de forma segura y sostenible.