Unos cristales de hace 4000 millones de años contienen las evidencias más antiguas de la existencia de agua dulce

Un nuevo estudio confirma que el agua dulce en el planeta apareció unos 500 millones de años antes de lo que se creía hasta ahora. El trabajo se hizo sobre cristales que datan de inicios del Precámbrico en el oeste de Australia.

Jack Hills
La investigación se hizo en la zona de Jack HIlls, en la región de Pilbara en el oeste de Australia. Allí se encuentran cristales fácilmente accesibles de las primeras eras del planeta, algo que no ocurre a lo largo del planeta. Imagen. CC

El resultado de una reciente investigación aporta un dato que amenaza con cambiar ciertos paradigmas establecidos. Y es que nuestro planeta Tierra podría haber tenido agua dulce unos 500 millones de años antes de lo que se pensaba, tal como lo releva Eos. El estudio en cuestión, publicado por Nature Geoscience señala que esta información reveladora se logró a partir de diminutos granos de circón procedentes de Australia datados hace unos 4000 millones de años.

La investigación logró determinar que ya hace unos 4000 millones de años el planeta tenía océanos pero también corteza expuesta que permitía el ciclo hidrológico y la aparición de agua dulce necesaria para la vida tal como la conocemos.

Según los científicos que trabajaron en esta investigación, los minerales contienen indicios de lluvia continental, lo que aporta nuevas evidencias de que la Tierra primitiva tenía corteza continental además de océanos. La interacción generalizada entre el agua meteórica (dulce) y la corteza continental que emergió en la Tierra primitiva puede haber sido clave para el surgimiento de la vida, aunque no se sabe con precisión cuándo comenzó el ciclo hidrológico.

Para la investigación utilizaron la composición isotópica del oxígeno de cristales de circón en Australia Occidental, para determinar cuándo comenzó el ciclo hidrológico. Se trata de un buceo del eón Hadeano, una de las primeras etapas del período Precámbrico, que finalizó hace unos 3800 millones de años. En esa época planeta muy jóven albergaba poco más que roca, magma y agua. Los datos sobre este período tan antiguo son escasos, por lo que este nuevo análisis es una buena aportación a la comprensión de los científicos sobre cómo se formó nuestro planeta, indica Eos.

Mirando en los inicios de la Tierra

Este descubrimiento podría ayudar a los científicos a determinar con mayor exactitud cuándo surgió la vida en la Tierra. El agua dulce y la corteza continental expuesta son dos de las condiciones que fueron necesarias para que surgiera la vida.

Hoy en día las primeras evidencias de vida podrían apuntar a los estromatolitos de Australia de 3500 millones de años de antigüedad. Pero ahora este nuevo trabajo demuestra que “tenemos las mismas condiciones hace unos 4000 millones de años”, tal como indica el coautor del estudio Hamed Gamaleldien, geoquímico de la Universidad Khalifa en los Emiratos Árabes Unidos.

Oeste de Australia
En el oeste de Australia se encuentran las piedras más antiguas del planeta. Inmersos en rocas más nuevas, aparecen cristales de zircón que datan de la era Precámbrica. Imagen: CC

En conclusión, el hallazgo corre hacia atrás unos 500 millones de años la línea de tiempo correspondiente al inicio de la vida en el planeta. Dicho así es solo un número, pero si comparamos ese número con la existencia del ser humano, es una enormidad. La existencia de nuestra especie no va más allá de 2 milésimos de ese tiempo. Y de esa tierra primitiva queda muy poco o es de difícil acceso.

La Tierra de esa época Hadeana casi se ha desvanecido en el tiempo. La mayoría de las rocas se han desgastado o han sido subducidas en las profundidades de la corteza, indica Eos. Algunos de los únicos minerales que quedan del Hadeano son cristales de circón incrustados en rocas más jóvenes. El circón es duro y resistente a las alteraciones químicas, y contiene pequeños fragmentos de uranio que permiten a los científicos datarlos. También contiene oxígeno, que fue la clave del nuevo descubrimiento.

La clave está en el oxígeno

Técnicamente, los investigadores explican que el oxígeno tiene tres isótopos estables, que son el O-16, O-17, y el O-18. La relación entre el oxígeno ligero O-16 y el pesado O-18 se ve influenciada por procesos terrestres como la evaporación y la condensación, y las desviaciones de la relación estándar han sido utilizadas durante mucho tiempo por los paleo climatólogos como un indicador indirecto de la temperatura.

Pilbara
Detalles del área geológica donde se realizaron los estudios en el oeste australiano. Imagen: Hamed Gamaleldien

El delta-O-18 es una medida de la desviación en la relación de los isótopos estables O-18 y del O-16. Ahora, el delta-O-18 de algunos circones australianos se ha utilizado en esta investigación. Se logró mostrar que es altamente probable que el planeta tuviera una corteza sólida en aquella época, así como océanos de agua líquida, a diferencia un globo rotando lleno de océanos de magma como se imaginaban anteriormente. Para el estudio se tomaron muestras de Jack Hills, en Australia, una región conocida por contener los granos de circón más antiguos de la Tierra.

Ellos dataron algunos de los granos recogidos obteniendo edades de 3.400 millones de años y otros hace unos 4.000 millones, antes del final del Hadeano. Lograron demostrar que estos circones se formaron al interactuar con agua dulce resultante de la evaporación de agua oceánica. Son rocas que interactuaron con agua dulce, no con agua oceánica. Y si las rocas interactuaban con agua dulce, debe significar que había tierra firme sobresaliendo por encima del océano, lo que sugiere que la Tierra tenía corteza continental hace 4,000 millones de años.

Referencia de la noticia:
Gamaleldien, H., Wu, LG., Olierook, H.K.H. et al. Onset of the Earth’s hydrological cycle four billion years ago or earlier. Nat. Geosci. 17, 560–565 (2024). https://doi.org/10.1038/s41561-024-01450-0