¿Cómo medimos la lluvia? ¿Cuándo la consideramos "torrencial"?
Estamos acostumbrados a contabilizar la lluvia por la cantidad que se ha acumulado en 24 horas, pero la precipitación no cae de la misma manera a lo largo de todo el día. Por esto es importante analizar la intensidad.
La meteorología se ha introducido en todas nuestras casas en gran parte gracias a los medios de comunicación. Años atrás, la única manera de conocer el tiempo que nos esperaba era a través del presentador o presentadora del tiempo en televisión, o con sus partes en radios y periódicos. Hoy en día el panorama ha cambiado mucho y todos tenemos acceso a mapas desde nuestros teléfonos móviles.
Uno de los datos que a los meteorólogos nos gusta contar, justo al principio de nuestras intervenciones, es la cantidad de lluvia que se recogió el día anterior. Como ya hemos comentado alguna vez, nosotros vemos esta lluvia como una gran noticia a pesar de que la mayoría de población lo ve como mal tiempo. La lluvia es necesaria, es imprescindible, aunque nos arruine un día de playa.
Pero solo con el dato diario de lo que han recogido los pluviómetros no es suficiente para describir cómo ha sido un día de lluvia. Dependiendo de cómo ha sido la precipitación, si por un frente, una situación de viento húmedo del mar o por una tormenta puntual, es necesario especificar la intensidad de lluvia. Un frente puede dejarnos lluvia débil y persistente, y una tormenta de verano puede provocar precipitación torrencial.
Cantidad e intensidad de lluvia
Todos estamos ya algo familiarizados con la cantidad de lluvia que cae en un día. Es el término más empleado y que resume bien cómo ha sido el día en cuanto a la pluviometría. Sabemos que menos de 5 o 10 litros por metro cuadrado sería una cantidad de lluvia pequeña y que con valores de 50 o más milímetros, equivalente a litros por metro cuadrado, ya hablaríamos de un día muy lluvioso.
Para describir mejor cómo ha caído la lluvia toca hablar de intensidades. No son lo mismo 40 litros por metro cuadrado en un día de lluvia débil pero persistente, a que caigan cuatro gotas durante casi todo el día y de repente se recojan casi todos los 40 litros en poco rato. Por este motivo se añade la intensidad en forma de milímetros por hora. Por ejemplo, pueden caer 20 litros en un día, pero en 5 minutos la intensidad puede haber sido de 100 milímetros por hora (mm/h) si ha caído una tormenta. Si durante toda la hora se hubiera mantenido esa intensidad, se recogerían 100 mm, pero esta intensidad solo se mantendría durante 5 minutos. Es importante recordarlo.
La Agencia Estatal de Meteorología recoge cómo debe describirse la intensidad de precipitación. Con menos de 2 mm/h diremos lluvias débiles. De 2 a 15 mm/h será lluvia. De 15 a 30 saltaremos a lluvias fuertes. De 30 a 60 lluvias muy fuertes. Finalmente más de 60 mm/h se describirán como lluvias torrenciales.
Hay algunas intensidades de precipitación bestiales en los registros mundiales. Según está recogido en el trabajo El índice n de la precipitación intensa de Robert Monjo, en 1970 se recogieron en Barot, Guadalupe (Antillas francesas) 38,1 mm en tan solo 1 minuto. Esto representa una intensidad de 2286 mm/h. Una barbaridad.
El Mediterráneo, la precipitación más extrema
Si nos centramos en nuestro país, es la zona mediterránea la que tiene mayores registros de precipitación extrema. Concretamente el sur de la provincia de Valencia y Alicante. Los temporales mediterráneos suelen dejar grandes inundaciones y destrozos, tanto por la cantidad de lluvia como la intensidad.
El dato más alto registrado tuvo lugar el 20 de octubre de 1982 en Cortes de Pallàs (Valencia). Se acumularon en un día 975 litros por metro cuadrado. Aunque AEMET marca como récord absoluto los 817 mm de Oliva (Valencia) recogidos también en 24 horas el 3 de noviembre de 1987.
Las compañías aseguradoras tienen en cuenta la cantidad de precipitación que se ha recogido en un día para cubrir o no cubrir daños provocados por la lluvia, no la intensidad. Así como con los daños provocados por el viento no tienen en cuenta la media de viento diario, sino las rachas de viento máximas, ¿con la lluvia no debería suceder lo mismo?