¿Cómo diferenciar los planetas de las estrellas por la noche?
Estrellas y planetas se mezclan de noche en un fondo negro y muchas veces confundimos unos con otros. ¿Cuál es el truco para diferenciarlos?
Hay muchas noches de invierno en las que no hay nubes. Más de las que imaginamos. Esto nos permite disfrutar de un cielo muy estrellado. Si tenemos la suerte de que la Luna se encuentra en fase de luna nueva, la calidad del cielo puede ser incluso mejor que la del verano. El viento que suele hacer y la poca distorsión debida al calor son los causantes.
A los que nos gusta disfrutar de las estrellas en cualquier época del año sabemos que el cielo esconde una gran cantidad de objetos brillantes. Los más comunes son las estrellas. Pero entre las estrellas también están los planetas, que suelen pasar desapercibidos para la mayoría. Sin llegar a ser un experto, ¿cómo podríamos diferenciarlos?
Planetas que se ven a simple vista
Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno son los únicos planetas que podemos ver a simple vista. Su movimiento no es tan fácil de predecir como el de las constelaciones, así que vamos a analizar algunos trucos para poder encontrarlos.
La clave está en analizar el brillo. Todas las estrellas titilan por la noche. Es una especie de parpadeo que se produce debido a la distorsión atmosférica. Es algo que no hacen los planetas. Tienen una superficie de brillo más grande y su luz nos llega de una forma prácticamente continua sin titilar.
Si aún así no estamos seguros de si un punto luminoso es un planeta o no lo es, hay más pistas. Una es el color. Júpiter y Marte presentan un tono más anaranjado que el resto de estrellas. Luego está la intensidad del brillo. Venus aparece en el cielo como si fuera una estrella descomunalmente brillante. También nos puede ayudar si observamos la posición en el cielo. Mercurio está siempre muy pegado al sol. Además, los planetas están, más o menos, sobre la misma línea imaginaria en el cielo. Es la famosa eclíptica. Y si conocemos mejor el cielo, observar un punto nuevo en medio de una constelación conocida nos hará pensar que se trata de un planeta.
Otras luces en el cielo
Estrellas y planetas no son los únicos habitantes del cielo nocturno. Otras luces pueden llegar a despistarnos en mitad de una observación astronómica. Un ejemplo son los satélites artificiales. Durante un rato después de la puesta de sol, y antes de que vuelva a salir, podemos ver puntos luminosos que se mueven a una velocidad constante y que, de repente, dejan de brillar. Mucho más fácil será diferenciar aviones. Aunque de noche vuelan menos, los que lo hacen van a gran altitud ya que suelen hacer recorridos de largo radio entre distintas partes del mundo.