Es posible que se haya encontrado el lugar que confirma el comienzo de una nueva época geológica: el Antropoceno
Los investigadores que buscan demostrar la existencia del Antropoceno han hallado el lugar que mejor respalda su propuesta. ¿De qué sitio se trata? ¿Cuál es la importancia de este anuncio geológico? Te lo explicamos aquí.
Actualmente nos encontramos viviendo en la época geológica del Holoceno, la cual abarca aproximadamente 11700 años desde la última era de hielo. Sin embargo, debido al gran impacto de la actividad humana, se está discutiendo si deberíamos reconocer un cambio de época.
Si hoy desaparecieran los humanos del planeta, llevaría siglos revertir el impacto de nuestras acciones, debido por ejemplo, a la gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero de las últimas décadas. Con esta evidencia, podemos ver que, sin importar el nombre que pongamos, esto ya es un hecho y representa un cambio de época.
¿Dónde se origina esta nueva era geológica?
Ya con muchos antecedentes expuestos que llevan al mundo a hablar de estar viviendo una nueva era, y sólo faltaría la evidencia científica que nos pueda indicar su inicio.
Ante esto, 35 geólogos que componen el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (AWG, por sus siglas en inglés) se han dedicado a investigar desde el año 2009 para que el Antropoceno forme parte de la cronología oficial de la Tierra.
Para ello, analizaron doce sitios geológicos alrededor del mundo, buscando información respecto al tema y han encontrado un pequeño lago canadiense, que para ellos podría ser la zona cero del Antropoceno.
Este lago llamado Crawford se encuentra en las cercanías de la ciudad canadiense de Toronto y se proyecta como el lugar que mejor registra los impactos de la humanidad en el planeta Tierra.
¿Por qué el lago Crawford?
Es un lago que tiene unos 24 m de profundidad y eso permite que sus sedimentos se desplacen hacia abajo, sin mezclarse con las aguas de la superficie. De esta forma los científicos pueden detectar fácilmente, la aceleración de los cambios año a año.
Cada verano, cuando el lago se calienta, se produce una precipitación de carbonato de calcio. Eso deja una capa calcárea blanca, que los geólogos leen como un registro anual del entorno del lago. Es una marca similar a las que forman los anillos en el tronco de un árbol.
Simón Turner, investigador del Colegio Universitario de Londres (UCL) y secretario del AWG comenta que: “un núcleo de los lodos de su fondo, parece una enorme paleta sucia, pero contiene estos hermosos sedimentos laminados anuales”.
Esto es porque el sedimento extraído de su lecho, revela las huellas que ha capturado año a año, como microplásticos, elementos radiactivos de pruebas nucleares, emisiones de carbono, cenizas, isótopos de nitrógeno de la quema de combustibles fósiles y el uso de fertilizantes que han dejado marcas en las rocas de este pequeño lago.
Estos hallazgos demuestran el gran impacto de la vida humana en todos los rincones del mundo, lo que nos hace pensar que la era del Holoceno ha llegado a su fin. Por tal motivo, el AWG ha propuesto que este lago y sus señales, sean la zona cero para el comienzo de una nueva época, utilizándolo esta evidencia para marcar la transición a la era humana.