China está trabajando en un proyecto futurista: un cañón electromagnético
Los científicos chinos están investigando soluciones alternativas para lanzar cohetes al espacio, una de las cuales es un cañón electromagnético muy especial.
La tecnología avanza constantemente, pero los esfuerzos por lograr nuevos avances nunca cesan, por lo que China está pensando en una nueva forma de lanzar sus naves espaciales. El proyecto en el que trabajan es futurista y consiste en un enorme cañón de riel, o cañón electromagnético, capaz de lanzar al espacio vehículos de 50 toneladas a una velocidad de 1957 kilómetros por hora, o Mach 1,6.
Pero, ¿qué es un cañón de riel?
El primer diseño de este tipo fue realizado en 1918 por el inventor francés Louis Octave Fauchon-Villeplee y estaba destinado, obviamente, a fines bélicos. Este primer prototipo de cañón eléctrico consistía en dos barras conductoras paralelas unidas por las alas de un proyectil. Todo este aparato estaba rodeado por un campo magnético.
A lo largo de los años, esta idea se ha retomado en numerosas ocasiones; por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial fue aprovechada por el alemán Joachim Hansler para idear un cañón antiaéreo eléctrico. Incluso hoy en día, este tipo de tecnología es explotada casi exclusivamente por las fuerzas armadas de varios países.
En la actualidad, China intenta adaptarlo para su uso en astrofísica. Evidentemente, hay que introducir bastantes modificaciones: el diseño original estaba pensado, obviamente, para disparar a objetos de tamaño y peso considerablemente inferiores a los de una nave espacial.
Hablamos de objetos capaces, por tanto, de alcanzar velocidades considerablemente superiores a las que puede alcanzar una nave de 50 toneladas. En definitiva, se trata de un auténtico reto tecnológico.
El proyecto se está acercando a su final tras una década
Este proyecto se puso en marcha para salvar los elevados costes de los cohetes convencionales utilizados hasta ahora y, aunque aún se encuentra en fase experimental, funciona desde 2016.
Se ha rebautizado como Tengyun y actualmente es el único proyecto de este tipo en el mundo, no porque nadie haya pensado antes en usos alternativos para este tipo de tecnología, sino porque quienes se han embarcado anteriormente en este camino han tenido luego que renunciar y suspender el proyecto debido a los elevadísimos costes y a la falta de resultados realmente explotables en otros contextos.
Tras casi 10 años de investigaciones, China sigue adelante con sus trabajos de investigación, sigue creyendo en la posibilidad de poder construir un cañón de riel capaz de disparar una nave espacial al espacio utilizando principalmente propulsión electromagnética.
Hemos utilizado la palabra "predominantemente" absolutamente no por casualidad, ya que el desarrollo de esta tecnología no niega por completo el uso de combustible, que en cualquier caso es indispensable para los cohetes espaciales, pero sin duda requiere cantidades increíblemente menores. Así que sólo nos queda esperar y ver si China conseguirá hacer realidad este proyecto.