Carámbanos afilados y mortales
Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas empiezan a aparecer los carámbanos. Su particular forma los convierte en un auténtico peligro para los transeúntes.
El agua es uno de los elementos que se comportan de una forma más curiosa al cambiar de temperatura. La podemos encontrar en estado gaseoso, líquido o sólido en una rango térmico relativamente corto. No hay que olvidar, además, la importancia que tiene: sin ella la vida no sería posible.
Cuando llega el invierno, los que somos aficionados al esquí nos apasiona pasar unos días de excursión en la montaña para disfrutar de la nieve y lo que todo ello implica. Una de las imágenes que siempre nos viene a la cabeza cuando recordamos estos viajes son los carámbanos colgando de los tejados de los hoteles o las cabañas.
Pero no son el único lugar donde los encontramos. Las imágenes que nos llegan todos los años de países tan fríos como Rusia, China o Estados Unidos, a veces también vienen representadas con gigantescos carámbanos pegados a los canalones de los tejados. Unas formaciones espectaculares pero a la vez afiladas y mortales.
Cómo se forman
Un carámbano se forma por un goteo constante de agua. Si la temperatura exterior es muy fría, fácilmente las primeras gotas adheridas, por ejemplo, a la base de una canalón, se irán congelando. Cada gota irá mojando el lateral de esta zona helada y la base, ampliando con el paso de las horas el grosor y la longitud del carámbano.
Para que se forme un gran carámbano es necesario que cerca haya una fuente de calor para que pueda existir agua líquida que fluya. El interior de las casas puede ser esta fuente de calor. Pero también puede ocurrir que el agua quede en estado líquido atrapada en el tejado tras un día soleado y vaya cayendo poco a poco.
Si el frío es excesivo, es decir, si las temperaturas son extremadamente frías, puede ser que no se forme el carámbano debido a que la presencia de agua en estado líquido no es posible.
A cuánta gente matan
Los carámbanos suelen tener forma de cono invertido con la punta inferior afilada. Con la mano, si están a poca altura, podemos comprobar cómo esta punta es redondeada. Pero cuando hablamos de carámbanos grandes a una elevada altura, se convierten en peligrosas armas en caso de caída.
Varias estadísticas indican que cada año mueren en Estados Unidos 15 personas por la caída de carámbanos. En Rusia esta cifra aumenta a 100. Además, estas muertes suelen ser muy violentas y desagradables debido a la fuerza del impacto del hielo contra el suelo.
Por este motivo siempre se recomienda no andar por debajo de los tejados en los que cuelgan carámbanos. Cuando se desprenden, no siempre hacen ruido, y eso les da aún más peligro. Es mejor caminar lejos de la acera o ir bien pegados a la pared.
En este punto, hay que recordar que los carámbanos no son estalactitas de hielo. Las estalactitas se forman únicamente con depósitos de minerales arrastrados por el agua.