¿Por qué cancelaron el proyecto que buscaba “tapar” el Sol?
Los científicos consideraron que el controvertido experimento de geoingeniería para enfriar el planeta tapando el Sol no era tan inofensivo como se planteaba y lograron cancelarlo. ¿Quién decide cómo modificar el clima?
El proyecto SCoPEx, liderado por la Universidad de Harvard (EE.UU.) y financiado por Bill Gates, podría considerarse uno de los más originales para frenar el cambio climático. El experimento buscaba frenar el continuo aumento de temperaturas del planeta anulando artificialmente el efecto de los rayos del Sol. ¿Cómo? Liberando partículas a la atmósfera para reflejar la radiación solar de vuelta al espacio.
El proyecto se llama SCoPEx, abreviatura de "experimento de perturbación controlada estratosférica", y en esta primera etapa contemplaba lanzar un globo científico a gran altitud en la ciudad sueca de Kiruna, y dejar caer pequeñas cantidades de polvo calcáreo. Pero en febrero, un grupo de organizaciones ambientales y el Consejo Indígena enviaron una carta a Harvard exigiendo que se cancelara el proyecto. "Los planes de SCoPEx para Kiruna constituyen un riesgo moral real", escribieron, y agregaron que la tecnología "conlleva riesgos de consecuencias catastróficas".
Otros aseguraron "Bill Gates quiere rociar millones de toneladas de TIZA en la estratosfera", ya que Gates apoya financieramente la investigación de Harvard sobre geoingeniería solar, aunque nunca habló en apoyo del proyecto SCoPEx en sí.
Después de semanas de retraso, el comité asesor de Harvard anunció que, debido a la reacción violenta que provocó el proyecto, se había suspendido a la espera de un mayor "compromiso social" con el público sueco. El lanzamiento, dijeron, no se llevaría a cabo hasta 2022.
'Tapar' el Sol para frenar el calentamiento global, ¿es buena idea?
Aunque las partículas reflectantes ya se abren camino hacia la atmósfera como contaminación, polvo y cenizas volcánicas, alterar intencionalmente el aire que ya está lleno de dióxido de carbono parece equivocado en el mejor de los casos y desastroso en el peor. Y mientras continúan las opiniones de sí o no a este proyecto, finalmente nadie sabe cuál es el nivel de apoyo que necesitaría obtener el proyecto para seguir adelante. ¿Necesitaría obtener la aprobación de alguna fracción del público o del gobierno sueco? ¿O del mundo en general? ¿Quién decide si se lleva a cabo la investigación en geoingeniería solar y cómo?
Geoingeniería, ¿si o no?
La geoingeniería solar no es una verdadera solución al cambio climático, después de todo no absorbe los gases de efecto invernadero ni invierte la trayectoria a largo plazo del calentamiento. Algunos científicos creen que el calentamiento creció tanto que debería, al menos, investigarse sobre cómo reducirlo, incluso si esa tecnología nunca se utiliza.
Pero en el mejor de los casos, esta ciencia podría reducir temporalmente la temperatura mientras el mundo lucha por reducir las emisiones de forma permanente. Si la geoingeniería tiene éxito, ¿llevaría esto a reducir el esfuerzo de las grandes potencias en la lucha real del cambio climático? Los críticos creen que estos efectos artificiales podrían alentar a las corporaciones y los gobiernos de superpotencias a continuar quemando tantos combustibles fósiles como puedan encontrar.
También argumentan que aceptar libremente la modificación artificial del clima abre una puerta que será imposible de cerrar. Este primer proyecto hoy contempla el uso de un globo y la liberación de 3 kg (cantidades menores a las partículas liberadas por un avión comercial) de carbonato de calcio y sulfatos similares a los ingredientes de detergentes o champús. Pero mañana podrían ser una flota gigante de aviones gubernamentales esparciendo aerosoles por todo el mundo.
Los líderes del proyecto afirman que el riesgo no supera los beneficios de ayudar a millones de personas en países como Bangladesh a sobrevivir a temperaturas cada vez más brutales. La investigación en geoingeniería solar, dicen, es similar a los muchos peligros morales con los que hemos aprendido a vivir a lo largo de los años: programas de intercambio de agujas, por ejemplo, o incluso medidas de seguridad en los automóviles donde se pensaba que introducir bolsas de aire en los coches alentaría a la gente a conducir más rápido.
La geoingeniería en sí, ha suscitado preocupaciones tanto entre los científicos como entre los ambientalistas que dicen que la tecnología es peligrosa. Quizás la perspectiva más aterradora es que si los investigadores de Harvard no experimentan con la geoingeniería solar, alguien más podría hacerlo.