Calidad del aire: las mejores horas del día para hacer deporte

Son muchos los factores que influyen a la hora de realizar deporte al aire libre como nuestra disponibilidad, la fuerza de voluntad o las condiciones meteorológicas, pero hay otro factor que también debemos tener en cuenta: la calidad del aire. A lo largo del día la concentración de contaminantes en la atmósfera varía, por lo que lo recomendable es realizar ejercicio cuando estos sean menos dañinos.

La mayoría de nosotros no sentimos nada cuando estamos expuestos a niveles bajos o moderados de contaminación. Sin embargo, el impacto en la salud se observa principalmente en aquellos grupos más vulnerables como los niños, los ancianos, enfermos crónicos y mujeres embarazadas y lactantes. También
en los deportistas, los trabajadores que desarrollan su actividad al aire libre o los residentes de barrios próximos a carreteras muy transitadas o zonas industriales. Por ello, igual que saber el tiempo que va a hacer es importante conocer la calidad del aire en nuestra ciudad.

Las mejores y las peores horas para hacer deporte

En 2019 el RACC y Zurich Seguros publicaron su estudio “Práctica deportiva y calidad del aire” en el que analizaron en diferentes ciudades españoles la calidad del aire de las zonas urbanas más utilizadas por los ciudadanos para hacer deporte al aire libre.

Las ciudades objeto de estudio fueron: Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla y San Sebastián. En cada una de ella se midió la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) cuya principal causa es el tráfico rodado y las partículas en suspensión (PM) en diferentes franjas horarias, en días laborables y festivos y en ausencia de lluvia y viento.

El resultado deja patente las claras diferencias que existen dentro de una misma ciudad en función de la hora, el día o el lugar donde practiquemos deporte. Las conclusiones comunes a todas las ciudades analizadas apuntan a que lo más recomendable es no realizar ejercicio físico en el exterior en las primeras horas de la mañana e intentar hacerlo, por el contrario, entre las 12 y las 14 horas en zonas sin tráfico y a última hora de la tarde en las zonas con mayor tráfico.

Analizando las diferencias entre ciudades

En una gran ciudad como Madrid el estudio reveló que es preferible evitar la franja horaria de la mañana, entre las 7 y las 11, ya que a medida que avanza el día va disminuyendo la concentración de contaminantes. El mejor momento sería el mediodía, siempre y cuando se eviten las horas punta de tráfico. En las zonas sin tráfico se recomiendo realizar ejercicio preferiblemente entre las 12 y las 14 horas y en las zonas con tráfico en la franja horaria entre las 17 y las 20 horas. De hecho, el estudio dejó clara la diferencia existente entre las zonas con y sin tráfico. En las zonas con tráfico se puede llegar a duplicar el número de partículas, mientras que la concentración de NO2 puede llegar a multiplicarse por 1,5. Por otro lado, los días de fiesta la evolución de la concentración de partículas es similar, aunque dado que el tráfico y la contaminación industrial son menores, la calidad del aire mejora.

En Barcelona el estudio reveló conclusiones similares a las de Madrid, siendo las mismas franjas horarias las más recomendables para la práctica de deporte al aire libre. Las diferencias entre las distintas zonas estudias dentro de la ciudad condal fueron muy evidentes. Entre la mejor y la peor zona para correr hay una diferencia en la concentración de NO2 hasta 10 veces inferior y la mitad de las partículas en suspensión.

En Málaga las concentraciones de partículas contaminantes siguen un patrón similar siendo de nuevo la franja horaria de la mañana la más recomendable de evitar y la última hora de la tarde la más aconsejable en todas las ubicaciones estudiadas.

En San Sebastián no se observan grandes contrastes respecto al resto de ciudades analizadas siendo igualmente el final de la tarde la franja más aconsejable. En días festivos, en cambio, todas las ubicaciones son igual de recomendables independientemente de la hora.

En España en los últimos 15-25 años han mejorado tanto las emisiones como los niveles de calidad del aire para el NO2, aunque los principales problemas que persisten se asocian a las áreas urbanas. Es por ello por lo que en estas zonas debemos extremar la precaución.