Blanqueamiento de nubes marinas para luchar contra el calentamiento global, ¿qué sabemos de esta teoría?
Un grupo de científicos estadounidenses proponen este método para crear nubes que puedan reflejar mejor la luz que viene del sol con el objetivo de frenar el ascenso de las temperaturas.
El cambio climático, un desafío global cada vez más evidente, nos enfrenta a la necesidad urgente de soluciones innovadoras. Entre las diversas propuestas que captan la atención de la comunidad científica, el blanqueamiento de nubes marinas emerge como una técnica de geoingeniería con un potencial prometedor para contrarrestar el calentamiento global.
¿Qué es la geoingeniería?
La geoingeniería, un término que puede sonar sacado de una película de ciencia ficción, es en realidad un campo de estudio serio que busca manipular deliberadamente el sistema climático de la Tierra para contrarrestar los efectos del cambio climático.
Dentro de este campo, el blanqueamiento de nubes marinas es solo una de las muchas ideas que se están explorando.
Enfoques de la geoingeniería
Existen dos enfoques principales en la geoingeniería:
- Eliminación de dióxido de carbono (CO2): Se centra en la eliminación del CO2 ya presente en la atmósfera. Entre las técnicas propuestas se encuentran la plantación masiva de árboles, la captura directa de aire (DAC) y la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS).
- Gestión de la radiación solar (SRM): Busca reflejar más luz solar de regreso al espacio para enfriar el planeta. Incluye ideas como la inyección de aerosoles reflectantes en la estratosfera, la modificación de nubes para aumentar su reflejo y el despliegue de espejos gigantes en el espacio.
¿Se ha probado el MBM? ¿Funciona?
El blanqueamiento de nubes marinas ha mostrado avances significativos en la reducción de la temperatura global, con estudios sugiriendo una disminución de hasta 0,5 ºC.
Sin embargo, su viabilidad a largo plazo y los posibles riesgos ambientales aún requieren más investigación, especialmente en lo que respecta a cambios en los patrones de precipitación y perturbaciones en los ecosistemas marinos.
A pesar de esto, el MBM ha sido probado en pequeñas escalas, con resultados prometedores.
Experimentos Recientes
- 2021 - California. Se llevó a cabo un experimento de prueba de campo que consistió en rociar pequeñas cantidades de sal marina en nubes bajas sobre el océano. Los resultados mostraron que esta técnica pudo aumentar temporalmente la reflectividad de las nubes, demostrando su potencial para influir en el clima.
- 2022 - Gran Barrera de Coral, Australia. Un equipo de investigación australiano realizó un experimento similar en la Gran Barrera de Coral. Los resultados preliminares sugieren que el MBM podría tener el potencial de proteger los arrecifes de coral del blanqueamiento causado por el calentamiento del agua del mar. Este hallazgo destaca la versatilidad y posible utilidad del MBM en la protección de ecosistemas vulnerables frente al cambio climático.
Todo ello representa una herramienta prometedora en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, su implementación debe realizarse dentro de un marco ético y responsable, teniendo en cuenta tanto sus posibles beneficios como sus riesgos. Además, es fundamental recordar que el MBM no es una solución única, sino una parte integral de un enfoque global para abordar este desafío planetario.
Alternativas y complementariedad
El MBM no está presente solo en el campo de la geoingeniería: hay una serie de alternativas que se están explorando en conjunto para abordar el cambio climático.
- Mejoramiento del albedo. Este enfoque busca aumentar la capacidad reflectante de las nubes o de la superficie terrestre para que una mayor parte del calor solar sea devuelta al espacio.
- Reflectores espaciales. Consiste en bloquear una pequeña parte de la luz solar antes de que llegue a la Tierra, utilizando estructuras en el espacio para reflejar o desviar la radiación solar.
- Aerosoles estratosféricos. Se propone la introducción de pequeñas partículas reflectantes en la termosfera para reflejar parte de la luz solar antes de que alcance la superficie terrestre, con el objetivo de enfriar la atmósfera.
- Biocarbón. Implica la quema controlada de biomasa o material vegetal y el uso del carbono resultante como fertilizante para que quede atrapado en el suelo, ayudando así a almacenar carbono a largo plazo.
- Bioenergía con captura y secuestro de carbono. Consiste en cultivar biomasa, quemarla para producir energía y luego capturar y aislar el CO2 generado en el proceso, evitando que se libere a la atmósfera.
- Captura del aire ambiental. Se refiere a la construcción de máquinas que extraigan el CO2 directamente del aire y lo almacenen en otro lugar, como reservorios subterráneos.
- Fertilización oceánica. Implica la adición de nutrientes al océano en lugares seleccionados para aumentar la producción de fitoplancton, que absorbe CO2 de la atmósfera y ayuda a mitigar el cambio climático.
- Meteorización aumentada. Involucra exponer una gran cantidad de minerales que reaccionan con el dióxido de carbono en la atmósfera y almacenar los compuestos resultantes en los océanos o bajo tierra, lo que contribuye a la captura de carbono.
- Aumento de la alcalinidad oceánica. Consiste en moler, dispersar y disolver ciertos tipos de roca en el océano para aumentar su capacidad de almacenar carbono y mejorar directamente la acidificación del océano, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.