Caso resuelto por 'CSI Amazonía': la muerte prematura de los árboles
Unos investigadores han revelado factores clave tras del aumento de mortalidad de árboles en la cuenca amazónica. Los hallazgos tienen implicaciones para la lucha contra el cambio climático, ya que los árboles del Amazonas poseen una gran capacidad de almacenamiento de carbono.
Los árboles de crecimiento rápido ahora tienen una vida más reducida, según indica una reciente investigación que involucra estudios forenses de árboles muertos en la selva amazónica. El análisis encontró que la tasa promedio de crecimiento de las especies arbóreas es el principal factor de riesgo tras la muerte de árboles en el Amazonas, ya que árboles de rápido crecimiento están muriendo a edades más tempranas.
Según explican los investigadores, los hallazgos tienen consecuencias importantes para la comprensión del futuro de los bosques. El cambio climático ha dado condiciones favorables para las especies de crecimiento rápido, pero la habilidad del Amazonas para almacenar carbono está decayendo debido a que los árboles están muriendo más rápidamente.
La sequía también está provocando la muerte de los árboles, pero esto se concentra apenas en la región sur del Amazonas, al menos hasta ahora, según declaran los investigadores.
18.000 muertes analizadas
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, fue liderado por las universidades de Birmingham y Leeds, donde trabajaron más de 100 investigadores en el primer análisis de gran escala de las causas de muertes de árboles del Amazonas. Utilizaron registros de largo plazo de la red RAINFOR, una colaboración internacional cuyo objetivo es entender la dinámica de la selva amazónica.
La red ha reunido 30 años de contribuciones de más de 100 investigadores, incluyendo registros de 189 parcelas de una hectárea, cada una visitada y monitoreada cada tres años en promedio. En cada visita, los investigadores han medido todos los árboles con más de 10 centímetros de diámetro.
Con todo esto, más de 124.000 árboles vivos han sido monitoreados, además de que se han registrado y analizado 18.000 árboles muertos. Los investigadores siguieron un protocolo fijo para revelar las causas de los decesos. "Esto implicó un detallado trabajo forense equivalente a un masivo esfuerzo de CSI Amazon realizado por investigadores cualificados de una docena de países", explicó el profesor Oliver Phillips, de la Universidad de Leeds.
“Entender los principales impulsores de la muerte de árboles nos permite predecir y planificar mejor las tendencias futuras, ya que existen más de 15.000 diferentes especies arbóreas en el Amazonas", dijo la autora principal Dra. Adriane Esquivel-Muelbert, del Instituto de Investigaciones Forestales de Birmingham.
Advertencia temprana
La Dra. Beatriz Marimon, de la UNEMAT en Brasil, dijo que la investigación ha permitido a los científicos ver más claramente lo que estaba sucediendo en toda la selva, lo que entrega "oportunidades claras" para la acción. "Lo que está sucediendo aquí debería servir como un sistema de alerta temprana, ya que necesitamos evitar que el mismo destino de apodere de árboles en otros lugares del mundo", concluyó.