6 alimentos esenciales para potenciar la concentración de tus hijos e hijas
Una nutricionista de Harvard compartió la manera de vigorizar el cerebro de los más pequeños para incrementar la agudeza y fomentar el aprendizaje sostenible. Además, te mostramos algunas recetas ingeniosas.
Los primeros años de vida son cruciales para edificar los cimientos de la salud cerebral. Diversos estudios han demostrado que una dieta nutritiva durante la etapa infantil es clave para promover el bienestar a largo plazo de un niño o niña. Además, los alimentos que consumen pueden afectar su temperamento, cognición, habilidades motoras y el desarrollo del lenguaje.
Los más pequeños siempre tienden a ser quisquillosos con las comidas, situación que presenta más de un desafío creativo para los padres y madres. Sin embargo, la doctora Uma Naidoo ha compartido 6 alimentos para el cerebro que ayudan a tus hijos e hijas a estabilizarse con más atención y concentración.
Alimentos que nutren el cerebro
"Como psiquiatra nutricional, descubrí que los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, ácido fólico, hierro, yodo, zinc, colina y vitaminas A, B12 y D, respaldan la función cerebral, el comportamiento y el aprendizaje. Evitar los alimentos procesados con azúcares añadidos también es clave", señala la doctora Uma Naidoo. Toma nota de lo siguiente, porque no solo se puede apreciar a quienes viven actualmente en su infancia, sino también para quienes ya estamos más grandes.
Batidos de superalimentos
Los batidos son una forma sabrosa de muchos nutrientes que incorporan en la dieta de tu hijo o hija. Para ello, se recomienda agregar verduras de hojas verdes ricas en folato (vitamina B) y fibra, como la espinaca o la col rizada. También puede incorporar semillas de chia o nueces para obtener ácidos grasos omega-3 de origen vegetal, fibra y proteína.
Sumado a ello, puedes añadir palta para nutrir su cerebro con grasas saludables y arándanos, ricos en antioxidantes. El yogur sin azúcar aumenta la cremosidad del batido, los niveles de proteína y probióticos para el intestino que, como si fuera poco, mejoran el estado de ánimo.
Papas fritas caseras más saludables
Consumir una variedad colorida de vegetales es sumamente importante para obtener fibra y fitonutrientes, así como para alimentar la salud intestinal y mental.
En este sentido, los hornos que fríen con aire agregan una textura crocante a los alimentos, sin necesidad de utilizar aceite. Luego, puedes condimentar con pimienta negra, cúrcuma, romero, orégano, perejil o tomillo para agregar sabor.
Hummus casero
Las legumbres son una fuente saludable de hierro, zinc, proteína y fibra, que benefician el desarrollo del cerebro. El hummus casero es una forma versátil de incorporar legumbres a la dieta de los más pequeños.
Se puede servir de distintas maneras, por ejemplo, como aderezo combinado con rodajas de manzana, palitos de zanahoria, apio en rodajas finas o guisantes dulces. Una idea creativa puede ser un hummus de zanahoria o remolacha cubierto con una cara sonriente hecha de vegetales: ¿te animas?
Salmón
Consumir pescado desde una edad temprana puede aumentar la posibilidad de disfrutarlo y comer proteínas bajas en grasa y ricas en vitaminas durante toda la vida. En este caso, el salmón es dueño de un sabor suave para los niños y niñas, además de ser una fuente de vitamina B12 y omega-3, que promueve un desarrollo cerebral saludable y un estado de ánimo más feliz.
Huevos
Los huevos enteros son una excelente fuente de vitaminas A, D y B12 que estimulan el cerebro, junto con la colina (vitamina B).
La vitamina B12 es especialmente importante para la infancia, ya que se ha demostrado que mejora el desarrollo cerebral y la memoria a largo plazo.
Albóndigas
Puedes incorporar un poco de potente fibra de origen vegetal en la dieta de tu hijo o hija mediante unas ricas y sabrosas albóndigas. Se recomienda comenzar con una base de lentejas o pavo molido. Luego, agrega espinacas o zapallo italiano rallado con semillas para unir los ingredientes y dale sabor con especias. En lugar de freírlas, puedes hornearlas para que su resultado sea más saludable.
Como puedes ver, las opciones son variadas y con alimentos que están en nuestros hogares. Es solo una pregunta de voluntad e ingenio para que los más pequeños aprendan a nutrir su cerebro, antes que su ansiedad.