¿Puede haber huracanes en el Atlántico en pleno mes de diciembre?
La temporada oficial de huracanes en el Atlántico finalizó el 30 noviembre, pero estos eolometeoros siguen activos en otros puntos del planeta. ¿Podría formarse un huracán en el Atlántico fuera de fecha oficial? Respondamos a continuación a esta pregunta.
Recordemos que se considera la temporada de huracanes al evento anual de formación de los ciclones tropicales. En el caso del Atlántico se inicia oficialmente el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. Se considera un huracán temprano al que se forma en los tres meses anteriores al inicio de la temporada, sería desde el 1 de marzo. Y uno tardío el que se produciría en los tres meses posteriores a la finalización de la temporada, desde el 1 de diciembre hasta el 28 de febrero.
Es importante recalcar lo de “temporada oficial”, ya que como vemos la formación de los ciclones tropicales puede adelantarse o, incluso retrasarse y salir fuera de esas fechas. Por ejemplo, este año está la tormenta tropical Ana que se formó el 20 de mayo.
Datos de la temporada que acaba de finalizar
Sabemos que para designar un sistema de baja presión con actividad tormentosa cerca de su centro, forma simétrica, un núcleo cálido, que obtiene su energía de las diferencias verticales de temperatura y que se forma sobre aguas tropicales, las situadas entre 25º S a 25º N, se utiliza el término genérico de ciclón tropical.
Finalmente esta temporada ha tenido 21 tormentas tropicales (con viento superior a 63 km/h), de las cuales 7 han llegado a huracanes (con viento superior a 115 km/h) y de estos, 4 a huracanes intensos (al superar el viento los 173 km/h). Lo que da a este año como el tercero más activo del Atlántico y el cuarto que más daños ha causado desde que se tienen registros.
El primer ciclón tropical que alcanzó la fuerza de tormenta para poder ser nombrado fue Ana, el 20 de mayo, marcando el séptimo año consecutivo con formación de ciclones en pretemporada. Y el último ha sido la tormenta tropical Wanda, nombrada el 31 de octubre. Otra curiosidad de este año es que es la primera vez que se han registrado dos temporadas seguidas de huracanes que agotan la lista de 21 nombres.
Condiciones que favorecen la formación de los ciclones tropicales
Por un lado, tenemos que cada vez es más frecuente la aparición de tormentas tropicales antes del inicio oficial de la temporada, esto significa que las condiciones favorables para su formación se adelantan. Como hemos visto al inicio del artículo, principalmente el ciclón tropical necesita alimentarse de agua caliente y que existan diferencias de temperatura en altura. Con el aumento general de la temperatura debido al cambio climático estas condiciones se adelantan año a año.
Además, se debe contemplar la Oscilación Multidecanal del Atlántico (AMO, siglas del inglés Atlantic Multidecadal Oscillation), que es un modo interno de variabilidad de la temperatura de la superficie del mar, con un período de entre 50 y 70 años –para otros investigadores solo de 20 a 40 años-. En la actualidad se considera que está en fase positiva o cálida en el Atlántico Norte, con lo que se favorecen, entre otras cosas, el incremento en la actividad de los huracanes.
Por otro lado está la oscilación norte-sur de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT). Esta área del globo terrestre es donde se produce la convergencia de los vientos alisios de ambos hemisferios, formando el frente intertropical o zona de convergencia ecuatorial. Caracterizada por ser un cinturón de baja presión, constituido por corrientes ascendentes de aire (movimientos convectivos), debido a la convergencia de grandes masas de aire cálido y húmedo procedentes del norte y del sur de dicha zona.
Todo esto hace que se formen enormes nubes de tormentas o cumulonimbos, cargadas de humedad y provocando grandes lluvias. Es lo que se conoce en la circulación atmosférica general como la célula de Hadley, que domina los movimientos atmosféricos entre el Ecuador hasta latitudes de unos 30º en ambos hemisferios.
Finalmente nos queda la temperatura del aire, ligada a la temperatura del agua del mar y a la radiación solar. Como sabemos, nuestra atmósfera se calienta por abajo, es un calentamiento indirecto que se produce cuando la radiación solar entra en contacto con la superficie del océano y de los continentes, las cuales se calientan y, a continuación, por conducción se transfiere el calor a las primeras capas atmosféricas.
¿Podría formarse un huracán fuera de temporada?
Con la llegada del invierno, las condiciones imprescindibles para la formación de estas depresiones cambian rápidamente, provocando un descenso de la ZCIT, que, a su vez, facilita el movimiento de los demás centros de presión hacia el sur, reforzando el enfriamiento del agua del mar y por tanto dificultando la formación de los ciclones tropicales.
Poder formarse, podría, pero sus posibilidades, por ahora, son relativamente escasas. La NOAA tiene un estudio desde 1851 hasta 2020 sobre el número de tormentas tropicales y de huracanes por meses. Para el caso de los tardíos, tendríamos que en diciembre se han formado 20, llegando 7 a huracanes; mientras que en enero han sido 5 y 3 respectivamente, y en febrero solamente 1 que se quedó en tormenta tropical. Hasta la fecha, el último huracán observado fue el 31 de diciembre de 1954, nombrado con el nombre de Alice, el cuál es el único del Atlántico en pasar de un año a otro, ya que se disipó el 6 de enero de 1955.