¿Por qué el mar es azul?
Desde pequeños nos enseñan que el mar es azul porque refleja el color del cielo, pero… ¿es realmente así? A continuación te contamos la causa real de su tinte azulón.
El verano está cada vez más cerca y muchos ya tenemos la mente puesta en las vacaciones. Falta mucho, es verdad, pero ya hay que ir pensando en dónde pasaremos con la familia o los amigos esos días tan deseados de julio y agosto y que nos servirán para desconectar de la vorágine del día a día. Para aliviar el calor que suele hacer en verano, siempre buscamos lugares en los que hay agua cerca. Ya sea el mar en la costa, o un río en la montaña, nos gusta remojarnos para hacer que las altas temperaturas, a veces agobiantes, nos resulten más llevaderas.
Las fotografías con las que volvemos de las vacaciones siempre suelen tener el color azul del mar. Nos encanta hacernos fotos de los pies con el mar de fondo, o los típicos selfis o autofotos que hoy en día tanta gente sube a las redes sociales. La mayoría vivimos lejos de la costa y durante el largo otoño e invierno no solemos volver ahí. Lo que poca gente se pregunta es por qué el mar es azul. Siempre nos han explicado que es porque refleja el color del cielo, pero en realidad no es así.
El agua es transparente
Si le damos pinturas de colores a un niño y le pedimos que nos dibuje un vaso lleno de agua, la mayoría utilizará el color azul para representar el líquido. Pero si le ponemos delante de él un vaso de cristal lleno de agua y le pedimos que vuelva a pintarlo, el resultado será otro.
Efectivamente, el agua es transparente. Se puede comprobar llenando un vaso de cristal o de vidrio, con el chorro que sale de un grifo o en una bañera. Entonces, ¿por qué vemos el mar de color azul si el agua es transparente?
El sol nos manda permanentemente radiación electromagnética, pero el ser humano solo puede ver una pequeña parte de ella: la luz. Esta luz es blanca y está compuesta por la suma de todos los colores que componen el espectro visible. Todos los objetos que tenemos a nuestro alrededor los vemos porque reflejan la luz que reciben del sol. Dependiendo de los colores que absorban o reflejen, veremos el objeto de un color u otro. Los objetos blancos, por ejemplo, reflejan toda la luz que les incide. Los objetos azules absorben las longitudes de onda más altas, las rojas, y reflejan el resto, quedando una luz azulada.
El mar se ve azul por este motivo. La luz blanca del sol incide sobre él y el agua absorbe los tonos más cálidos. La luz reflejada, por lo tanto, es azulada. ¿Por qué no sucede lo mismo en un vaso de agua? Porque se necesita un gran volumen de líquido para que se produzca este efecto. Ni en las piscinas se nota. Si las vemos azules es porque las losetas que cubren las paredes y el fondo son azules.
Cuando entramos andando en el mar desde la orilla, en los primeros metros siempre nos vemos los pies. El agua parece cristalina. Pero cuando la tenemos por la cintura parece más turbia. Si seguimos avanzando hasta que nos vemos obligados a nadar, no vemos el fondo. En la fotografía anterior se puede apreciar este efecto. En la orilla el agua es transparente, pero a medida que hay más profundidad, se vuelve azul. Si fuera aún más profunda, no veríamos el fondo. En nuestras costas la presencia de algas y la mala calidad de las aguas acentúan este efecto.
El mar y el color del cielo
Visto lo anterior, podemos afirmar que el mar es del color que es por cómo absorbe y refleja la luz del sol, no porque refleje el color del cielo. Solo en algunas condiciones de luz se produce un efecto espejo. En días nublados el mar es más oscuro, no porque el cielo esté gris, sino porque no le llega la luz del sol.
Los que se fijan en el color del mar y les gusta la fotografía habrán observado que el color cambia a lo largo del día. El color cambia porque el ángulo de incidencia del sol no siempre es el mismo, y esto también influye en cómo salen los rayos reflejados del mar hacia nosotros y el color que acabamos observando. Por la mañana, por ejemplo, si el sol sale en el horizonte del mar, lo veremos de color azul oscuro casi negro. Al mediodía, azul claro.
Mares de otros colores
Quién no ha ido al Caribe y se ha sentido orgulloso de esas fotos con el mar cristalino. En realidad, no hace falta irse tan lejos para disfrutar de esto. Muchas playas españolas tienen el mismo color del mar.
El mar es tan cristalino por muchos motivos. Suelen ser lugares alejados de la civilización, sin contaminación de las aguas, sin algas y con poco oleaje. La arena suele ser muy clara y el cielo presenta pocas nubes. Pero sin duda lo más importante es la poca profundidad, que hace imperceptible la absorción de colores que convierten el agua del mar en azul.