¡Wow! La extraña señal extraterrestre que no sabemos de dónde vino y si fue enviada por algo en el universo

Cuando se trata de señales extraterrestres, la señal ¡Wow! suele ser uno de los casos más debatidos entre los astrónomos. ¿Por qué es tan misteriosa esta señal?

señal ¡Wow! extraterrestre
La señal ¡Wow! se ha hecho famosa en la búsqueda de vida inteligente más allá de la Tierra. Crédito: Big Ear / Universidad Estatal de Ohio.

Uno de los temas que más atrae la atención de la astronomía es la búsqueda de vida fuera de la Tierra. Se han realizado diversos estudios con el objetivo de responder a la pregunta de si existe vida fuera de la Tierra. Un ejemplo es el telescopio espacial James Webb, una de cuyas misiones es observar la atmósfera de los exoplanetas en busca de una similar a la nuestra.

Pero quizá el caso más famoso sea el que se conoció como la señal ¡Wow! Esta señal de radio se observó en 1977 en un observatorio de la Universidad Estatal de Ohio. Fue observada por un observatorio llamado Big Ear, que formaba parte de un proyecto conocido como SETI, abreviatura de Search for Extra Terrestrial Intelligence (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). La misión del proyecto era buscar señales de radio que pudieran ser pruebas de vida extraterrestre.

Esta señal ¡Wow! se hizo famosa porque cuando el astrónomo Jerry R. Ehman se dio cuenta de que Big Ear había registrado una señal, la rodeó con un círculo y escribió la palabra «¡Wow!». Nunca se volvió a observar una señal similar, ni por Big Ear ni por otros observatorios, convirtiéndose en un misterio de la astronomía. A día de hoy, la señal ¡Wow! es uno de los grandes interrogantes en la búsqueda de vida en el universo.

¿Qué es el proyecto SETI?

A principios de los años 60, varios investigadores iniciaron un proyecto para buscar señales de vida inteligente fuera de la Tierra denominado Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI). La idea era utilizar observaciones de ondas de radio para buscar posibles señales de comunicación procedentes de otra civilización. Mediante estas observaciones, los científicos buscaban posibles señales o patrones.

Una de las frecuencias que buscaba el proyecto SETI era la cercana a la línea de emisión del hidrógeno, ya que se trata de una frecuencia universal.

A pesar de los esfuerzos y la colaboración entre varios observatorios de ondas de radio, el proyecto SETI nunca encontró una señal oficial. A pesar de ello, se dio a conocer por la enorme colaboración entre investigadores y los avances tecnológicos y científicos utilizados para mejorar los datos. El proyecto sigue activo con observaciones que utilizan también el láser, como LaserSETI.

El observatorio de Big Ear

Una parte importante del proyecto SETI fue cuando el observatorio Big Ear comenzó a participar en la colaboración. Este observatorio tenía un radiotelescopio situado en la Universidad Estatal de Ohio. Big Ear era capaz de escanear todo el cielo utilizando la rotación de la Tierra, ya que a medida que ésta giraba, Big Ear cartografiaba el cielo. Era capaz de cartografiar grandes regiones en un corto espacio de tiempo.

El observatorio Big Ear
El observatorio Big Ear se utilizó para observar ondas de radio. Crédito: Big Ear / Universidad Estatal de Ohio.

El observatorio era fijo, por lo que dependía de la rotación de la Tierra para poder cartografiar el cielo. Además, como la Tierra está en constante movimiento, si algo era observado por el Big Ear en un momento dado era difícil observar el mismo lugar, ya que la Tierra cambiaba de posición durante ese tiempo. A pesar de ello, el Big Ear fue extremadamente importante para la historia de la astronomía y, especialmente, para la señal Wow! de 1977.

La misteriosa señal ¡Wow!

Cada señal que Big Ear recibía era anotada en un papel por el propio sistema. Cada símbolo del papel representaba la intensidad de una señal en relación con el ruido recibido en los últimos minutos. Si la señal era menor que el ruido, se representaba con un espacio en blanco. Si era de 1 a 9 veces mayor que el ruido, se representaba con un número.

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Si la intensidad superaba este valor, se representaba con una letra. El 15 de agosto de 1977, el astrónomo Jerry Ehman observó una señal intensa que duró unos 72 segundos. La señal se representó en papel como los símbolos «6EQUJ5», que Ehman rodeó escribiendo «¡Wow!» a su alrededor, por lo que pasó a conocerse como la señal ¡Wow!

La U de la señal significa que la intensidad era casi 30 veces mayor que el ruido. Además, la señal observada era ligeramente mayor que la línea de emisión del hidrógeno. Esto significaba que podía tratarse de una señal diferente a la del hidrógeno o que la longitud de onda se había desplazado hacia el azul en algún punto.

Dificultad para encontrar el origen de esta extraña señal

Encontrar la fuente de la señal ¡Wow! se convirtió en una tarea complicada por dos razones. Una es que Big Ear dependía de la rotación de la Tierra, por lo que aunque la observara en un momento determinado, momentos después la Tierra se habría movido lo suficiente como para mostrar otra región del cielo. Por lo tanto, era difícil fijarse en un solo punto del cielo durante el tiempo suficiente.

Otra razón es que Big Ear cartografió grandes regiones del cielo al mismo tiempo. Esto significa que, incluso teniendo en cuenta la velocidad de rotación de la Tierra y el intervalo en el que se observó la señal, fue difícil encontrar la fuente exacta. Algunas estimaciones sostienen que la señal procedía de la constelación de Sagitario, pero es imposible distinguir la ubicación exacta.

Las posibles explicaciones de los astrónomos

Una explicación podría deberse a razones terrestres, como señales de satélite que interfirieron durante la observación. Otras fuentes de radio terrestres también podrían haber interferido, causando el pico observado en la señal ¡Wow! Otra explicación sería que se tratara de un fenómeno astronómico natural. Algunos incluso sugirieron que podría tratarse del paso de un cometa por la región.

Pero la explicación más famosa es que se trataba de una señal de vida inteligente procedente de algún lugar del universo. A pesar de su fama, esta hipótesis nunca ha sido probada y el hecho de que nunca se haya vuelto a observar debilita cada vez más esta hipótesis. A día de hoy, los investigadores siguen intentando encontrar una explicación para el ¡Wow!