Mañana será el mejor día para ver el cometa del siglo: consejos para observar el brillante C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS
Este evento increíble coincidirá con la posibilidad de volver a contemplar auroras en latitudes españolas, debido a una impresionante mancha solar que ha emitido una potentísima llamarada que llega a la Tierra este fin de semana.
El 9 de enero de 2023, un nuevo cometa bautizado como C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS captó la atención de los astrónomos del Observatorio Purple Mountain, en China.
Unos días después, también fue detectado por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), un proyecto financiado por NASA y operado por el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái.
Ahora, ha llegado el momento en que se encuentra a una distancia lo suficientemente corta de nuestro planeta como para que su presencia pueda ser observada a simple vista. Un hecho excepcional que ha hecho que el C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS haya sido apodado como el 'cometa del siglo'.
Características del C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS
Desde sus primeros avistamientos, se ha avanzado rápidamente en el conocimiento de este cometa. Por ejemplo, se sabe que tiene aproximadamente 5 kilómetros de diámetro y que, probablemente, se trata de un astro primerizo, por la gran acumulación de hielo en su superficie, fácil de evaporar.
Otra de sus particularidades es su órbita hiperbólica, que se caracteriza porque el objeto se mueve a una velocidad superior a la de escape. Esto significa que se alejará indefinidamente, por lo que el C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS no volverá a pasar a pasar cerca de nuestra órbita.
Esto sucede en cometas que han sido perturbados gravitacionalmente por un encuentro cercano con un planeta o una estrella, lo que hace que se encuentre en una trayectoria de salida de nuestro sistema solar. Además, se desplaza en sentido opuesto al de la rotación de los planetas que giran alrededor del Sol. Es decir, viene hacia nosotros.
La mejor hora para observar el cometa
Este sábado, 12 de octubre, el C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS se encontrará en su menor distancia de la Tierra, aproximadamente a media unidad astronómica, unos 70 millones de kilómetros.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, en España será visible mirando al oeste poco después de la puesta de sol, que se producirá sobre las 19:32 horas (hora peninsular española). Habrá que ver si coincide con auroras boreales en latitudes inisualmente bajas como las de las últimas horas.
Su aspecto será el de una brillante bola de fuego con una cola larga y extendida. Sin embargo, tal y como ha contado Bill Cooke, jefe de la Oficina del Entorno de Meteoroides de la Nasa en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales en Huntsville (Alabama, Estados Unidos), no atravesará el cielo como un meteoro. “Parecerá estar ahí suspendido, y cambiará lentamente de posición de una noche a otra", ha asegurado el científico.
Recomendaciones para una óptima observación
Como siempre, nuestra recomendación es contemplar el cielo nocturno desde lugares elevados y libres de contaminación lumínica y de obstáculos en el horizonte.
Conviene desplazarse con tiempo suficiente para que el ojo se acostumbre a la oscuridad y mejoren las condiciones para la observación (unos 45 minutos). Mucho mejor, si hay posibilidad de apoyarse en unos buenos prismáticos que harán posible disfrutar de otras maravillas del universo, como cráteres lunares, planetas, nebulosas y estrellas situadas a años luz de nuestro planeta.
Una noche inigualable para la observación astronómica
El paso del C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS coincidirá con otros dos eventos importantes desde el punto de vista astronómico. El primero, es un pequeño asteroide que durante 56 días orbitará alrededor de la Tierra.
Pero, además, se acerca una nueva tanda de auroras causadas por una tormenta geomagnética. Y es que, una eyección de masa coronal (CME), que ha producido una enorme mancha solar, identificada como AR3848, se dirige hacia la Tierra tras emitir durante cuatro horas una llamarada solar de clase X1.8, una de las más potentes.
El viento solar originado por esta CME llegará a la Tierra a finales de esta semana, lo que podrá originar nuevas tormentas geomagnéticas y su manifestación más visible, las auroras, en latitudes donde normalmente no suelen observarse.