La lluvia de estrellas líridas está de vuelta: prepárate para mirar al cielo y pedir un deseo

Descubre todo sobre la impresionante lluvia de estrellas líridas de abril 2025. Prepárate para contemplar el espectáculo celestial con consejos para la mejor observación.

La lluvia de estrellas de las líridas tendrá su pico de mayor actividad la noche del 22 y la madrugada del 23 de abril.

Abril siempre trae consigo momentos mágicos, y uno de los más esperados por los amantes del firmamento es el regreso de la lluvia de las líridas. Este espectáculo cósmico transforma las noches en un escenario de luces fugaces y deseos susurrados al cielo. Y, en el año 2025, esta lluvia de estrellas promete dejar una vez más a todos boquiabiertos.

La lluvia de las líridas tiene un origen que se remonta a más de 2.000 años atrás, vinculada al paso cercano al sol del cometa C/1861 G1 (Thatcher), un astro de órbita de largo periodo.

El cielo nocturno nos tiene reservada una cita ineludible: las líridas, con su característica danza de meteoros, alcanzarán su apogeo en la segunda quincena de abril. Si eres de los que disfrutan de conectar con la naturaleza y dejarte sorprender por fenómenos astronómicos, esta es la excusa perfecta para planificar una escapada o simplemente mirar hacia arriba.

Durante varios días, el firmamento ofrecerá un desfile de estrellas fugaces que cruzarán el cielo con una intensidad y un brillo que hacen imposible apartar la vista.

¿Cuándo y dónde ver las líridas?

El calendario marca las fechas de este evento estelar entre el 16 y el 25 de abril, aunque será entre la noche del 22 y la madrugada del 23 cuando los meteoros muestren su mayor esplendor. En ese momento, el número de estrellas fugaces puede alcanzar las 18 por hora, siempre y cuando que las condiciones de observación sean óptimas.

Para disfrutar de este fenómeno sin distracciones ni luces artificiales, es recomendable alejarse de las zonas urbanas y buscar espacios abiertos donde la oscuridad reine sin rival. Si tienes la suerte de estar en el campo o en las zonas de montaña, tu experiencia visual será mucho más gratificante.

Una vez en el lugar adecuado, basta con acomodarse y dirigir la mirada hacia el sur, intentando localizar la estrella Vega, la más brillante de la constelación Lyra, ya que es desde esa área del cielo donde parece comenzar este baile de luces. No olvides llevar ropa abrigada y algo de paciencia: cuanto más tiempo pases bajo la oscuridad, más meteoros lograrás ver.

Consejos para disfrutar de las líridas

El secreto para una velada perfecta bajo las estrellas comienza por darle tiempo a tus ojos para adaptarse a la falta de luz. Evita usar móviles o linternas durante al menos 20 ó 30 minutos para que tu visión nocturna alcance su máximo potencial y no pierdas ni un solo destello.

Lluvia de estrellas
Aunque habitualmente la cantidad de meteoros se sitúa en torno a los 20 por hora, en ciertos años las líridas han sorprendido con estallidos de actividad mucho más intensos.

Otro punto a favor es que no hace falta disponer de telescopios ni prismáticos. Las líridas pueden observarse a simple vista, y de hecho, cuanto más amplio sea el campo visual, mayores serán tus posibilidades de captar sus trazos luminosos.

Además, no se trata sólo de contar meteoros. Aprovecha la ocasión para desconectar del bullicio, respirar aire puro y admirar el universo en su máximo esplendor. Estos momentos sencillos, pero mágicos, son ideales para compartir en familia, con amigos o simplemente en soledad.

¿Qué son las líridas?

Las líridas son una lluvia de meteoros que cada año cruza nuestros cielos cuando la Tierra atraviesa la estela de partículas que dejó el cometa C/1861 G1 Thatcher. Al entrar en contacto con nuestra atmósfera a velocidades vertiginosas, estas diminutas rocas se encienden y surcan el firmamento dejando una estela luminosa que hipnotiza a quienes la contemplan.

Aunque en general la tasa de meteoros ronda los 20 por hora, algunos años las líridas han dado sorpresas con ráfagas de actividad mucho más intensas. Estos estallidos imprevistos no se pueden anticipar, lo que convierte a cada edición en un misterio emocionante para astrónomos y aficionados.

El radiante de las líridas se sitúa en la constelación de Lyra, y su visibilidad es posible desde ambos hemisferios.

Quienes viven en el hemisferio norte disfrutarán de condiciones algo más favorables. En lugares con latitudes cercanas a los 40 grados, como muchas zonas de España, la ventana para observarlas se abre poco después del anochecer y permanece activa hasta el amanecer.

La luna menguante no será un obstáculo para ver las líridas

Este año, la suerte está del lado de quienes quieren disfrutar de este evento astronómico, ya que la Luna se encontrará en fase menguante justo en las fechas clave. Su brillo será mínimo hasta altas horas de la madrugada, por lo que no interferirá demasiado en la observación durante las primeras horas de la noche.

Lo ideal es buscar lugares con el horizonte despejado y libres de obstáculos como edificios, montañas o grandes árboles. Cuanto menos contaminación lumínica, mayor será el contraste y la claridad con la que las estrellas fugaces iluminen el cielo.

Para aprovechar al máximo la experiencia, lo mejor es tumbarse o usar una silla reclinable que permita observar cómodamente amplias zonas del firmamento. Apaga todas las luces cercanas, guarda el móvil y déjate envolver por el silencio y la inmensidad del cosmos.

¿Qué más puedes observar esa noche?

La noche de las líridas no sólo es especial por sus estrellas fugaces. Si levantas la vista, también te esperan otros objetos celestes que harán aún más mágica la experiencia.

Júpiter, con sus lunas, será visible y fácilmente localizable incluso con unos binoculares sencillos. Por su parte, Saturno, con sus impresionantes anillos, también adornará el cielo, convirtiéndose en otro gran atractivo para los observadores más curiosos.

Y si eres de los que buscan ir más allá, la galaxia de Andrómeda, el cúmulo de las Pléyades y la Nebulosa de Orión completan un menú astronómico inmejorable. Sin duda, será una noche que te invitará no sólo a mirar, también a soñar.