Confirmado por los astrónomos: cuatro pequeños planetas orbitan la estrella de Barnard. ¿Podrían albergar vida?

Se han descubierto cuatro pequeños planetas alrededor de la estrella de Barnard, una enana roja cercana a nosotros. Además de ser un descubrimiento especialmente complejo, los expertos cuestionan la posibilidad de que estos mundos alberguen vida.

Planeta Barnard
Tras mucha controversia, ha llegado la confirmación: la estrella de Barnard también tiene un sistema planetario.

Un equipo de investigadores ha descubierto cuatro nuevos planetas orbitando la estrella de Barnard. El descubrimiento no fue nada sencillo por varias razones como el tamaño de estos cuatro mundos, la distancia que nos separa de esta estrella y su comportamiento a veces variable.

La Estrella de Barnard, también llamada Estrella Flecha de Barnard, es una estrella enana roja situada en la constelación de Ofiuco, una constelación que se extiende a lo largo del ecuador celeste y que, gracias a su posición, es completamente visible desde casi todas las zonas de nuestro planeta, a excepción de las polares.

Al estar a una distancia de “solo” 5,96 años luz de nosotros, esta estrella está entre las más cercanas a la Tierra, obviamente después del sistema Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano a nuestro sistema solar (a “solo” 4,365 años luz). A pesar de ello, la estrella no es visible a simple vista sino sólo a través de telescopios.

El descubrimiento de cuatro nuevos mundos

Es gracias al uso de algunos de los telescopios más innovadores disponibles actualmente que los científicos pudieron descubrir estos cuatro pequeños planetas.

En realidad, la presencia de planetas alrededor de la estrella de Barnard se había planteado desde hacía tiempo, lo que había dado lugar a algunas controversias, con supuestos avistamientos planetarios posteriormente desmentidos.

Las observaciones planetarias alrededor de la estrella de Barnard son particularmente difíciles debido a su naturaleza inestable y, por lo tanto, a la dificultad de distinguir las señales auténticas debidas a los planetas del ruido estelar.

Luego surgieron indicios más consistentes gracias a ESPRESSO, un instrumento ultrasensible instalado en el Very Large Telescope en Chile, y estos nuevos indicios empujaron a los investigadores a realizar más investigaciones, efectuando observaciones más detalladas con el espectrógrafo MAROON-X en el telescopio Gemini en Hawaii.

Región de Barnard
A pesar de ser una estrella cercana, Barnard no es visible a simple vista. Sólo podemos observarla con telescopios.

El espectrógrafo confirmó luego la presencia de un planeta y reveló también tres nuevos compañeros planetarios. Los planetas fueron entonces designados con los nombres b (el primer planeta hipotético), c, d y e.

Los investigadores, utilizando el método de velocidad radial, midieron pequeños cambios en la luz de las estrellas causados por la atracción gravitatoria de los planetas en órbita. Sin embargo, cuando los planetas son tan pequeños y tienen tan baja masa, el efecto gravitacional se vuelve casi imperceptible.

No hay que olvidar que las estrellas son objetos celestes muy dinámicos y que su actividad estelar puede generar temblores y variaciones de brillo capaces de oscurecer cualquier señal planetaria ya de por sí débil.

Precisamente por estas numerosas dificultades, el descubrimiento es particularmente importante para la comunidad científica que ahora tiene un nuevo impulso en el descubrimiento de pequeños planetas rocosos.

¿Podría haber formas de vida en estos planetas?

En este punto podría surgir otra pregunta: si estos nuevos mundos son habitables o no. Desafortunadamente, en lo que respecta a estos cuatro exoplanetas, es muy poco probable que puedan albergar vida debido a sus órbitas muy cercanas alrededor de la estrella de Barnard. Consideremos que el planeta más interior completa una órbita entera en poco más de dos días, mientras que el más exterior en menos de siete.

Estas rápidas revoluciones sugieren condiciones superficiales muy calientes, incompatibles con la presencia de formas de vida y alejadas de las típicas de la zona habitable.

Sólo nos queda seguir buscando nuevos mundos que esta vez nos puedan regalar la increíble sorpresa de no estar solos en el universo.

Referencia de la noticia:

Ritvik Basant et al. 2025 ApJL 982 L1 - Four Sub-Earth Planets Orbiting Barnard's Star from MAROON-X and ESPRESSO - DOI 10.3847/2041-8213/adb8d5