¿Cómo funciona la defensa planetaria contra el riesgo de asteroides? ¿Está la Tierra en peligro?
En las últimas semanas numerosos bólidos o meteoros han surcado nuestros cielos, por lo que es natural preguntarse si estos fenómenos constituyen realmente un peligro para nuestro planeta y si existen programas para protegerlo.
No es raro oír hablar del paso de meteoros incluso muy cerca de nuestro planeta, como el asteroide que pasó a apenas 24710 km de nuestro planeta hace menos de un mes. En aquella ocasión, la distancia mínima a la Tierra que alcanzó el asteroide fue menor que la distancia a la que se posicionan los satélites geoestacionarios y te contamos todos los detalles en un artículo dedicado.
Pero, ¿qué podría pasar si un asteroide chocara contra nuestro planeta? ¿Estamos en peligro de acabar como los dinosaurios?
¿Cuáles son las posibles consecuencias?
Un impacto astronómico con un gran asteroide, un cometa o un meteoro también puede tener consecuencias catastróficas, por lo que las principales agencias espaciales han desarrollado programas de defensa planetaria. Estos programas se ocupan de observar constantemente el espacio y monitorear los cuerpos celestes que son potencialmente peligrosos para nuestro planeta.
De momento la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) es la que ha ido un poco más allá, haciendo chocar una nave con un asteroide para desviar su trayectoria. La misión DART (Double Asteroid Redirection Test) fue un auténtico éxito al que seguramente seguirán otras misiones con objetivos aún más futuristas.
Sin embargo, la ESA, la Agencia Espacial Europea, también ha estructurado un programa de defensa planetaria y pronto comenzará la misión HERA. El lanzamiento de la sonda está previsto para octubre de 2024, dentro de unos meses, y el objetivo vuelve a ser el asteroide binario Didymos, el mismo que la misión DART, pero esta vez no se espera ningún impacto.
De hecho, la sonda de la ESA se dirigirá hacia el sistema binario para analizarlo con la instrumentación científica proporcionada
Originalmente las dos misiones, DART y HERA fueron pensadas como una única misión conjunta por ambas agencias espaciales, NASA y ESA, pero al no obtener el presupuesto necesario fueron divididas y programadas en diferentes periodos.
La sonda de la misión HERA tardará aproximadamente 2 años en llegar a Didymos y, por tanto, llegará a sus proximidades en 2026. El estudio de este asteroide no sólo ayudará comprobar la eficacia real del impacto con la sonda DART que se produjo el 24 de noviembre de 2021, sino también permitirá obtener información importante sobre este tipo de cuerpo celeste.
¿Hay cuerpos celestes peligrosos en camino?
Será fundamental para nuestro futuro saber si este tipo de misión es capaz de proteger nuestro planeta de posibles impactos, incluso en el caso de cuerpos decididamente más masivos y, por tanto, potencialmente peligrosos.
Sin embargo, por el momento no parece aparecer en el horizonte ningún objeto capaz de suponer un riesgo para nuestro planeta, aunque acontecimientos no demasiado remotos han demostrado cómo incluso los meteoritos relativamente pequeños pueden provocar daños y lesiones.
El último impacto astronómico de este tipo se produjo el 15 de febrero de 2013, cuando un meteoroide de unos 15 metros de diámetro explotó sobre la ciudad de Chelyabinsk, al sur de los Urales, en Rusia.
El impacto del cuerpo celeste con nuestra atmósfera provocó una onda expansiva que rompió los cristales de numerosas ventanas, lo que hirió a cientos de personas.
En definitiva, incluso sin la llegada de ningún fragmento a la superficie de nuestro planeta, estos eventos son potencialmente peligrosos para nosotros, por lo que seguimos buscando remedios útiles para evitar o al menos controlar los impactos astronómicos.