Xylella fastidiosa, qué es y por qué tiene en vilo a miles de agricultores en Europa

Los agricultores de Europa están en vilo por la expansión de esta amenaza, cuyas consecuencias son catastróficas para cultivos como el olivar, el almendro y la vid, pudiendo llegar a causar pérdidas millonarias.

Xylella fastidiosa
Olivar afectado por la Xylella fastidiosa.

La Xylella fastidiosa es una bacteria fitopatógena que se ha convertido en una de las amenazas más comentadas de la agricultura a nivel mundial. Originaria de América, esta bacteria ya ha causado estragos en cultivos de gran importancia como olivos, almendros y viñas, y además su impacto económico y ambiental en Europa es devastador.

Desde que se detectó en Italia en el año 2013, se ha extendido por varios países, poniendo en riesgo no solo la producción agrícola, sino también la biodiversidad y la economía.

¿Qué es la Xylella fastidiosa?

La Xylella fastidiosa es una bacteria que vive en los vasos xilemáticos de las plantas, los cuales son responsables de transportar agua y nutrientes desde las raíces hasta las hojas.

Al obstruir estos vasos, la bacteria provoca síntomas que incluyen el marchitamiento de las hojas, la desecación de ramas y, en última instancia, la muerte de la planta. Esta bacteria es transmitida principalmente por insectos vectores, como el Philaenus spumarius, también conocido como chicharra o chicharrita.

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Insecto vector de la Xylella fastidiosa.

Una de las características más alarmantes de la Xylella fastidiosa es su amplio rango de hospederos. Puede infectar más de 500 especies de plantas, incluyendo cultivos de gran importancia económica como el olivo, el almendro, la vid y los cítricos. Esto la convierte en una amenaza multifacética para la agricultura.

Los impactos en la agricultura

El impacto de la Xylella fastidiosa en la agricultura europea ha sido devastador. En Italia, particularmente en la región de Apulia, la bacteria ha arrasado con extensos olivares, algunos de los cuales tenían cientos de años. La pérdida de estos árboles no solo ha tenido un coste económico significativo, sino que también ha afectado profundamente el paisaje cultural y la identidad de la región.

Las pérdidas económicas derivadas por la infección por Xylella fastidiosa son difíciles de calcular con exactitud, pero se estiman en miles de millones de euros.

En España, la bacteria ha sido detectada en zonas como Baleares y Alicante, y más recientemente en Cáceres. Aunque la preocupación es creciente, hasta el momento no supone una gran amenaza.

Los almendros y el viñedo, dos cultivos de gran importancia podrían ser los que estén en riesgo de sufrir el mismo destino que los olivares italianos. Además del impacto directo sobre los propios cultivos, la Xylella fastidiosa tiene un efecto sobre el aspecto económico en el mercado agrícola.

Medidas de control controvertidas

Controlar la propagación de la Xylella fastidiosa ha resultado ser un gran desafío, ya que una vez que la bacteria infecta una planta, no hay cura. Las medidas más comunes incluyen la erradicación de plantas infectadas y la creación de zonas de contención donde se eliminan todas las plantas susceptibles en un radio específico.

Sin embargo, estas medidas son controvertidas y han generado resistencia entre los agricultores y las comunidades locales, que ven cómo sus cultivos son destruidos.

El control de los insectos vectores de la bacteria es otro aspecto clave. La aplicación de insecticidas puede reducir la población de vectores, pero no es una solución sostenible a largo plazo y puede tener efectos negativos en el medio ambiente.

La investigación para desarrollar plantas resistentes a la Xylella fastidiosa está en curso, pero los resultados aún no arrojan grandes soluciones. Algunas variedades de olivo han mostrado cierta resistencia, pero la adaptación y propagación de la bacteria son impredecibles, lo que dificulta la creación de una solución universal.