Así es vivir en una de las ciudades más calurosas del mundo
Un informe de la revista 'Time' nos permite conocer la realidad de la vida en una ciudad de Pakistán donde es común que se superen los 50°C. En los últimos años, los valores extremos se repiten con mayor frecuencia.
Jacobabad es una ciudad de algo más de 200.000 habitantes en el centro sur de Pakistán. Está ubicada en la provincia de Sindh y, sin lugar a dudas, vivir en esa región del mundo es cada vez más difícil para el ser humano. Solo con ver algunos datos alcanza para darnos cuenta de la magnitud de un problema que parece crecer.
Por ejemplo, en Jacobabad es común que las temperaturas superen los 50°C durante varios días consecutivos, con mínimas muy por encima de los 30°C. De momento la máxima la tiene registrada el 12 de junio de 1919 con 52.8°C, pero en los últimos años los valores extremos se repiten con mayor frecuencia. Varios zonas de esa provincia y más hacia el oeste en Pakistán vienen quebrando récords no solo de altas temperaturas, sino también de muertes asociadas al calor.
El pasado 13 de septiembre, la revista Time publicó una nota en la que detalló cómo es vivir en Jacobabad, una de las ciudades más calurosas del mundo. El material es como una ventana al infierno que viven miles de personas, en un lugar del mundo que podría transformarse en inhabitable de persistir esta tendencia.
Nunca se deja de trabajar
Time relata que a pesar del calor ardiente, con valores insoportables, nadie deja de trabajar. La vida no para. Las temperaturas no dejan de subir año tras año, especialmente los valores promedio y las temperaturas mínimas. El calor extremo hace todo insoportable, por días y meses. Los cortes de luz son recurrentes. Unos días antes de que llegara a la zona el equipo de Time, un corte de luz había costado la vida de 8 bebés en un hospital de la zona.
La mayor parte de los trabajos del campo se realizan durante la noche, cuando la temperatura baja, a veces, por debajo de los 35°C. Pero se trabaja todo el día, con un pequeño descanso entre el mediodía y las 3 de la tarde. Es común que los trabajadores se desmayen en el campo, pero solo cobran su salario cuando trabajan.
Es una muestra clara de en qué puede transformarse el mundo si el calentamiento global mantiene la tendencia de las últimas 3 décadas. Este verano zonas de Francia casi tocaron los 47°C, un valor nunca antes alcanzado. Los incendios forestales alcanzaron a Groenlandia y por primera vez se detectó una tormenta eléctrica en las cercanías del polo norte, señal de la energía disponible para generarla.
Las olas de calor matan más que otros desastres naturales combinados
En 2015 una extensa ola de calor se abatió sobre la región. Según Eje Central, solo en Karachi, la capital de Pakistán, murieron 830 personas por causas asociadas al calor extremo, muchos por colapsos ante la alta temperatura. Pero algunas cifras indicaron que las cifras reales superan las 2000 personas en todo el país. Fue una tragedia nacional que si bien fue informada por los medios occidentales, fue poca la repercusión que tuvo.
Las cifras de muertos generadas por olas de calor son difíciles de medir. Pero si sabemos que una ola de calor como la de 2003 en Europa mató a más de 70.000 personas. Solo en Estados Unidos cada año mueren más de 1500 personas por causas asociadas al calor extremo. Aunque calor extremo no se considere un desastre natural, lo cierto es que mata a más personas que los terremotos, huracanes y otros desastres naturales combinados.
Si bien los récords globales de temperatura se anotan en el Valle de la Muerte en Estados Unidos, ello ocurre en zonas sin habitantes o lejos de ciudades. Aquí estamos ante ese rango de temperaturas en zonas densamente pobladas, con serios problemas de acceso al agua o sin elementos para una necesaria refrigeración. Según la Organización Meteorológica Mundial, el récord de temperatura en zonas urbanas lo tiene la ciudad de Turbat, Pakistán, ubicada a 900 kilómetros de Jacobabad. Ese registro se anotó el 28 de mayo de 2017 con 53,7°C.