La viruela del mono y las enfermedades zoonóticas. Sí, van en aumento

Y ahora la viruela del mono. Pero ¿esto qué es? ¿Vamos a ir pasando de enfermedad en enfermedad? Pues sí, es probable incluso que veamos nuevas pandemias. Tenemos una enorme parte de responsabilidad. Cada vez lo ponemos más fácil.

Viruela del mono
En realidad estamos mencionando en vano a los monos, porque realmente la viruela que ahora conmueve al mundo viene de los roedores.

Tres de cada cuatro enfermedades en los últimos 10 años son de origen zoonótico y sumando. Quizá en una de ellas esté la próxima pandemia.

Actualmente están catalogadas unas 270 enfermedades zoonóticas. Los patógenos que se transmiten pueden ser parásitos, virus o bacterias que se propagan bien por contacto directo o bien a través de los alimentos o agua.

¿Qué es una zoonosis?

Zoonosis hace referencia a cualquier enfermedad transmitida por animales, ya sea directamente o a través de vectores. Con esto, podemos distinguir dos tipos de zoonosis:

  • Zoonosis alimentarias: donde la transmisión está asociada al consumo de alimentos. Estas nos suenan: Salmonella, Campylobacter, Listeria, Anisakis…
  • Zoonosis no alimentarias: que se transmiten de animal a humano con o sin vector. No implica que esa propagación sea alimentaria. Entre ellas estaría la viruela del mono, la rabia o Leishmaniosis.

Algunos datos nos pueden hacer ver la magnitud de lo que estamos hablando: el 60% de las enfermedades humanas infecciosas son zoonóticas y al menos un 75% de los patógenos emergentes son de origen animal.

Así que, sí, vamos a ver nuevas pandemias y sí, gran parte es por responsabilidad nuestra. El aumento de las zoonosis es un hecho, ¿por qué? Porque estamos ante la tormenta perfecta. Nos sobran los motivos.

La tormenta perfecta

Se intensifican las producciones, esto, junto al aumento de la ganadería intensiva, incrementa el número de animales como portadores de agentes patógenos.

El contacto con la fauna salvaje, tanto de nuestras mascotas como nosotros mismos, unido a la deforestación, nos pone en contacto con patógenos que de forma “natural” no habría ocurrido. Estos virus o bacterias pueden mutar y encontrar los mecanismos necesarios para desencadenar nuevas enfermedades en nosotros.

Deforestación
La deforestación, falta de depredadores o cambio climático puede traer nuevas pandemias.

El cambio climático y el aumento de las temperaturas facilitará que haya vectores de enfermedades (como mosquitos) que traigan enfermedades que, hasta ahora, no nos hemos preocupado de tratar y prevenir en otros países. La pérdida de biodiversidad y la falta de depredadores naturales aumentará la posibilidad de plagas.

La globalización tiene sus ventajas… pero también sus desventajas: que una persona pueda estar en 24 horas en el otro lado del mundo siendo portadora de una nueva enfermedad… bueno, el final de la historia ya la conocéis.

"El COVID-19 no será la última pandemia a la que deba enfrentarse la humanidad. Las enfermedades infecciosas siguen siendo un peligro que acecha a todos los países”, dijo António Guterres en su mensaje por el Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias.

Se lo ponemos fácil, sí. Pero no sólo por eso, pensad ahora en las superbacterias que son resistentes a casi todos los antibióticos y en la cantidad de población que es grupos de riesgo como niños, ancianos, embarazadas o inmunodeprimidos.

No os está gustando lo que leéis ¿verdad?

Pues a problemas globales, necesitamos soluciones globales. Por eso se creó el concepto ONE HEALTH, una sola salud, donde se especifica la necesidad de integrar las políticas de salud, medioambiente y salud animal porque todas ellas son interdependendientes.

¿Qué podemos hacer?

Primero actuar rápido para intentar mejorar lo que ya tenemos. Pero mientras hacemos esto, es imprescindible estar preparados para lo que pueda pasar. Una identificación rápida del nuevo patógeno, protocolos y recursos para adelantarnos a situaciones que ya hemos vivido y, sobre todo, intentar no cometer los mismos errores que en épocas anteriores.

Ciencia y pandemias
La ciencia nos ayudará a ir un paso por delante.

Es la ciencia la que nos podrá ayudar a ello: el análisis de riesgos emergentes, recursos para idear nuevos y más rápidos métodos de detección y prevención, nuevos medicamentos para mejores tratamientos serán claves para que, si vivimos nuevas pandemias, el impacto sea el menor posible.

Hemos sido reactivos hasta ahora, pero si algo sabemos ya, es que prepararse para lo que pueda pasar es ir un paso por delante.