Última hora: rachas huracanadas de 176 km/h y nieve a punto de extenderse
El viento ha alcanzado rachas de más de 100 km/h incluso en algunas capitales y valores huracanados en campo abierto. Las incidencias provocadas por el viento son muy variadas y abundantes debido a la gran extensión de este temporal a través de España.
El que debería ser un temporal invernal ordinario, está destacando especialmente por ser el primero de esta magnitud en muchos meses, probablemente más de un año en algunas regiones. Esto está incrementando significativamente su impacto tanto en zonas urbanas como en el medio rural, a pesar de que quedan todavía dos días muy intensos por delante, sobre todo en el norte peninsular.
El viento ha sido de momento el principal protagonista en toda España, con rachas muy fuertes generalizadas que en algunas capitales han superado los 100 km/h. Es el caso de León, que ha rozado su récord de enero de 105 km/h durante el paso de la borrasca Flora el 14 de enero de 2010, con una racha de 104 km/h.
En campo abierto las rachas han sido aún mayores, y en zonas de los principales macizos montañosos, costas del cantábrico y zonas montañosas del este y sureste han registrado rachas huracanadas, destacando Machichaco en el País Vasco con 176 km/h.
De hecho, uno de los principales problemas han sido las labores de extinción del incendio activo en Aigües de Busot en Alicante, donde las rachas de hasta 95 km/h en la zona han propagado rápidamente las llamas. Afortunadamente ha sido controlado a primeras horas de la mañana.
La borrasca Fien extenderá la nieve y las ventiscas
Aunque el viento ya no vaya a aumentar más, queda la segunda parte del temporal: el notable descenso térmico que todavía está por llegar y las nevadas que se incrementarán durante estas próximas horas especialmente en el tercio norte peninsular.
Ya han caído espesores considerables en cotas bajas del Pirineo, pero ahora las nevadas más intensas se esperan en la cordillera Cantábrica, donde podrían acumularse más de 2 metros, especialmente en las sierras centrales y occidentales.
Aunque esta componente no es tan favorable para acumular precipitación en otros sistemas montañosos, también son posibles espesores próximos a 1 metro en sierras occidentales de Pirineos, en el sistema Ibérico Norte y en el sistema Central oriental.