Viajar y comer es un placer, pero sin intoxicaciones. Algunos consejos
Nos quedan pocos días para que las vacaciones consigan que podamos desconectar un poco y, algunos afortunados, hasta viajar. Estos consejos sobre seguridad alimentaria cuando viajas podrán ayudarte para evitar intoxicaciones.
Si estás entre esos grandes envidiados que disfrutarán de conocer otros lugares del mundo, debes tener en cuenta algunos consejos en cuanto a la seguridad de los alimentos cuando viajamos. Para conocer bien un lugar es recomendable, incluso necesario conocer la gastronomía local. Esto hará que nuestra experiencia sea aún más gratificante.
Pero, si no conocemos las claves para disminuir los riesgos de los alimentos, nuestro viaje se arruinará gastando demasiado tiempo buscando un… retrete.
¿Qué intoxicaciones son más frecuentes?
Estas bacterias son las que provocan intoxicaciones de forma más habitual. Quizá te suenen, sí, y no por conocidas son menos aguafiestas (por ser positiva).
- Salmonella: la encontrarás en casi cualquier tipo de alimento listo para el consumo, mal refrigerado, derivados de huevo, huevo crudo o agua.
- E.coli: en carne cruda o vegetales sin lavar. Muy típica si no se cumple con medidas higiénicas como el lavado de manos o el agua está contaminada. Muy habitual en los puestos de comida en mercados.
- Norovirus: la típica “gripe intestinal”. Cuando escucháis que la gente de un crucero se ha intoxicado, suele ser por este virus. Con correctas medidas higiénicas se puede evitar la propagación.
- Listeria: frutas, verduras mal refrigeradas, embutidos sin refrigerar, quesos frescos elaborados a partir de leche cruda.
- Campylobacter: sobre todo en pollo poco cocinado.
- En países de alto riesgo, Shigella en vegetales sucios o incluso cólera en agua contaminada.
Por tu bien, no te lo tomes esto como “bah, no será para tanto” porque sí que lo es.
Mantener las intoxicaciones la raya (o casi)
- Dedica un tiempo a conocer cómo son los alimentos de la zona donde vas a viajar. Es un error presuponer que todo el mundo come como lo hacemos nosotros. Del mismo modo que planificas una ruta o monumentos para ver, planifica dónde y cómo vas a comer. Si conoces a alguien que haya ido a esa zona antes que tú, será una buena idea consultarle en lo que acertó y, sobre todo, en lo que no. Otra buena alternativa es adquirir una buena guía de viaje. Cada vez más, incluyen información sobre la gastronomía.
- Precaución con el agua. Si viajas al extranjero infórmate de si se puede consumir directamente o es preferible utilizar agua embotellada y, por supuesto, no olvides que el agua de lavar la fruta, los dientes, los hielos, etc. también cuentan. En el caso de las bebidas a base de agua, es importante que hayan sido hervidas el tiempo suficiente para evitar una posible intoxicación.
- Alergias. Uno de los motivos por los que han aumentado las alergias es porque tenemos acceso a alimentos a los que antes no lo teníamos. Nuestro cuerpo no los conoce y podemos sufrir reacciones de hipersensibilidad.
- Comida en la calle. En muchas zonas (y más durante fiestas) nos podemos encontrar con puestos de comida ambulante. Exquisita precaución con este tema porque las medidas higiénicas y los controles realizados disminuyen mucho. Las propias circunstancias no permiten que sea de otra manera, así que si quieres ahorrarte la posibilidad de pasar un par de días en el baño de hotel… mucho cuidadito con esto.
- Evita la comida cruda o poco hecha. Estos alimentos están entre los preferidos por las bacterias.
Ten en cuenta que según el país donde viajes, el riesgo en alimentación es diferente, existen 3 categorías.
- Riesgo bajo: EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Europa.
- Riesgo medio: Europa del Este, África del Sur y algunas zonas de las islas del Caribe.
- Riesgo alto: la mayor parte de Asia, Oriente Medio, África, México y América Central y del Sur.
Si cuando has leído esto ya es tarde...
Si, pese a poner todas las medidas, tienes diarrea, vómitos… puedes llevar a bordo un botiquín con sobres de rehidratación oral que disuelves en agua (hervida) para evitar la pérdida de sales que provoca una gastroenteritis. Si es posible acude a un centro sanitario. Nunca, nunca utilices bebidas hipertónicas que recomiendan para deportistas (en realidad para ellos tampoco valen). Tienen demasiado azúcar y no está preparada la cantidad de sales minerales necesaria.
Disfruta del viaje, de la gastronomía, de las costumbres… y sigue todas las medidas necesarias para que puedas vivir la maravillosa experiencia de viajar. Y no olvides comprobar si necesitas ponerte vacunas. Supongo que querrás volver, ¿no?