Las tinieblas del ‘engañoso' veranillo de San Martín
Escuchamos que ha llegado el 'veranillo de San Martín' y que un anticiclón va a abrazar todo el país, pero salimos de casa por la mañana y nos encontramos con un día gris, repleto de niebla, y temperaturas bajas. ¿Qué ha pasado?
El llamado ‘veranillo de San Martín’ ya está aquí, aunque puede llevar al equívoco en estas fechas. Adentrado noviembre los días de sol y calor escasean mucho, hasta el punto de ser relativamente raros. En este mes la temperatura media cae hasta 5 ºC respecto a octubre, dejando un promedio en el país de 10,7 ºC. Resulta difícil que remonte el mercurio, sobre todo porque las noches son muy largas y las horas de insolación escasas.
La iluminación solar decrece rápidamente con el paso de los días. A lo largo del mes perdemos casi una hora entre los recortes matutinos y vespertinos. Con esto, ya podemos hacernos una idea de las diferencias respecto a otros veranillos populares, como el de San Miguel, que tiene lugar en unas fechas mucho más benévolas de octubre.
A mediados de noviembre suelen darse unos días más apacibles, pero con un inicio un tanto indefinido. Vienen a coincidir con esas pocas jornadas en las que el vaivén del chorro polar nos favorece, dejando paso por aquí a las altas presiones mientras en otras zonas relativamente cercanas sufren días grises, como Reino Unido o Italia en este caso. Esas desigualdades también se ven a escala regional o incluso local. En lo que llevamos de día, sin ir más lejos, mientras en unas ciudades el ambiente está siendo agradable, con temperaturas superiores a los 20 ºC, otras no pasan de los 10 ºC. El anticiclón nos abraza a todos pero los bancos de niebla son caprichosos y allá donde aparecen dejan días invernales.
Sorpresa, niebla
Este mes es de penumbras, bien sea por las noches largas o debido a la nubosidad, con la niebla. Esta última requiere de días estables para aparecer y perpetuarse. Las llamadas nieblas de radiación se forman cuando las altas presiones traen subsidencia (el aire desciende desde capas más altas de la troposfera) y viento débil. Ambos factores favorecen el fenómeno de la inversión térmica. En estas condiciones, por la noche el suelo pierde calor rápidamente y aparece una masa de aire frío que queda confinada junto a la superficie, condensándose la humedad y formando nubes estratiformes.
Los valles y otras zonas deprimidas, relacionadas muchas veces con los ríos, suelen acoger los bancos de niebla más densos y duraderos. Esto se puede encontrar en Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid o el valle del Ebro, por decir algunas zonas representativas, porque hay muchas más. La subsidencia y la inversión térmica además retienen los gases contaminantes junto a la superficie, siendo esto perjudicial para nuestra salud.
Este ‘veranillo’ continuará con nosotros unos días más, probablemente hasta el fin de semana, cuando la nubosidad vinculada o residual a la tormenta tropical Theta llegará hasta la mitad oeste peninsular. En el resto del país el tiempo será estable unos días más, solo salpicados por las nieblas y algunas nubes bajas que aparecerán a orillas del Mediterráneo.