Venus sorprende a los científicos: ¡está geológicamente activo!
Venus, el planeta olvidado por todos, vuelve a estar en el punto de mira. Un nuevo estudio sugiere que existe procesos tectónicos similares a los de la Tierra. ¿Tendrán estos dos planetas más en común de lo qué pensábamos?
El planeta hermano de la Tierra en cuanto a tamaño, masa y composición estaba considerado un planeta muerto, debido a su atmósfera tóxica y sus altas temperaturas. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que, a pesar de tener una temperatura media de 464 ºC y una presión 90 veces la de la Tierra, aún podría estar geológicamente activo.
La sonda espacial Magallanes
La sonda espacial llegó a Venus en 1990, estando en órbita hasta 1994, y llegó a enviar casi 1000 imágenes del planeta antes de que la misión concluyera. Éstas se analizaron en la década de los 90, indicaron que Venus tenía una capa exterior sólida e inamovible, llamada litosfera, similar a la de Marte o la de nuestra Luna, nada que ver con la litosfera de la Tierra, que está fragmentada formando placas tectónicas que se desplazan constantemente sobre un manto caliente.
Tres décadas después, los científicos han vuelto a estudiar las imágenes de Magallanes con un nuevo modelo informático que ha permitido reconocer deformaciones en la superficie de Venus, indicadores de grandes estructuras de litosfera fragmentadas. Estos bloques parecen haberse movido lentamente unos contra otros, como si se tratara de placas de hielo fragmentadas sobre un lago, indicios de actividad tectónica en el planeta.
Indicios de actividad tectónica en Venus
El nuevo análisis publicado en la prestigiosa revista científica de la Academia Nacional de Ciencias de Estado Unidos desvela la existente y reciente actividad tectónica en Venus. El autor principal del estudio, Paul Byrne, afirmó que identificaron un patrón de deformación tectónica no reconocido previamente en Venus, que está impulsado por el movimiento interior al igual que en la Tierra.
Aunque puntualiza que la tectónica actual que vemos en la Tierra es diferente a la encontrada en Venus, los cambios producidos en la superficie de este planeta están causadas por movimientos del interior, tal y como sucede en nuestro planer
A pesar de que en Venus no se han formado, de momento, cadenas montañosas, sí aparecen deformaciones en su superficie provocadas por el flujo del manto interior, hecho que no se había demostrado antes a escala global.
Por tanto, todos los indicios apuntan a que Venus podría estar en sus inicios de actividad geológica, como un día lo estuvo la Tierra, permitiéndonos saber cómo podría haber sido la formación geológica de la Tierra y cómo podría evolucionar Venus en un futuro.
Misiones futuras en Venus
Tras los últimos grandes hallazgos, el interés y entusiasmo para observar y analizar la superficie de Venus han crecido exponencialmente, y es por ello que recientemente la NASA y la Agencia Espacial Europea han anunciado tres nuevas misiones.
La primera de ellas es DAVINCI+, dirigida por la NASA, se encargará de analizar la formación y evolución de la atmósfera de Venus, así cómo la posibilidad de haber tenido un océano en el pasado. La segunda misión será VERITAS, también de la NASA, con el fin de trazar un mapa de la superficie del planeta aportando información sobre su historia geológica, con el objetivo de arrojar más luz en la misteriosa formación del planeta.
Por otra parte, la Agencia Espacial Europea lanzará EnVision, destinado a proporcionar una visión desde su núcleo interno hasta la atmósfera superior, para determinar cómo y por qué Venus y la Tierra evolucionaron de forma tan diferente.
Todas las misiones se complementan entre sí y serán cruciales para entender mejor nuestro planeta vecino. Aunque no estarán listas hasta finales de esta década, con los nuevos descubrimientos los científicos están expectantes ante lo que pueden encontrar.