Unos médicos de la Universidad Anglia Ruskin confirman que adelgazar no es el único factor para tener un cuerpo sano
¿Es realmente cierto que perder peso mejora la salud? Durante años, se nos ha dicho que adelgazar es clave para el bienestar, pero un nuevo estudio pone en duda esta creencia.

La búsqueda de la delgadez ha sido promovida durante décadas como sinónimo de salud y bienestar. Desde revistas hasta redes sociales, se han impulsado dietas, ayunos intermitentes y cirugías como soluciones para alcanzar un peso "ideal". Sin embargo, un estudio publicado por médicos de la Universidad Anglia Ruskin ha revelado que perder peso no siempre mejora la salud y, en algunos casos, podría incluso ser perjudicial.
¿Es siempre beneficioso perder peso?
Un equipo de investigadores analizó datos de más de 8,000 participantes del UK Biobank, un recurso biomédico de gran envergadura. Los resultados mostraron que la pérdida significativa de peso (superior a 10 kg) en personas obesas con enfermedades cardiovasculares estaba asociada con un mayor riesgo de muerte prematura. Estos hallazgos desafían la idea de que perder peso, sin importar el contexto, siempre es beneficioso.
Individuals with class 3 obesity (BMI > 40) have up to 17 years of lower life expectancy.
— Michael Weintraub, MD (@MWeintraubMD) June 23, 2024
Compare this to smokers who have 8.9 years of lower life expectancy to non-smokers.#ADA2024 #ADASciSessions pic.twitter.com/VACxMViGUg
Si bien es sabido que la pérdida de peso rápida puede indicar problemas subyacentes y provocar complicaciones graves, los cambios observados en el estudio ocurrieron en un promedio de nueve años. Esto sugiere que incluso la pérdida de peso gradual podría tener efectos negativos en ciertos grupos de personas.
El dilema del peso y la salud
La relación entre peso corporal y enfermedades es compleja. Aunque la obesidad se ha vinculado a problemas cardiovasculares, también se ha observado un mayor riesgo de muerte prematura en personas con insuficiencia cardíaca crónica que son delgadas, así como en pacientes con enfermedad arterial coronaria que experimentan fluctuaciones de peso.

Esto crea una paradoja: mientras la obesidad y las enfermedades del corazón pueden aumentar el riesgo de muerte prematura, perder peso en personas obesas con estas afecciones podría también ser perjudicial.
Factores que influyen en la pérdida de peso
La obesidad es una condición influenciada por una amplia gama de factores, desde la genética hasta el estilo de vida y los hábitos alimenticios. No todas las personas ganan peso por las mismas razones ni responden de la misma manera a los intentos de pérdida de peso. Esto hace que estrategias generalizadas, como dietas rígidas y el enfoque exclusivo en el índice de masa corporal (IMC), sean insuficientes para evaluar la salud de una persona.
De hecho, el IMC es cada vez más cuestionado como una métrica adecuada para definir la salud. Hay personas con IMC elevado que no presentan problemas metabólicos y otras con peso dentro del rango considerado "normal" que pueden tener riesgos elevados de enfermedades.
Cuando el bienestar integral es una prioridad
La salud no solo se reduce a la pérdida de peso. El bienestar físico y mental juega un papel fundamental en la longevidad y calidad de vida. En este sentido, resulta relevante observar casos como el de Tonga, un país con altas tasas de obesidad pero con una incidencia de muertes por enfermedades del corazón mucho menor que en Europa. Factores como el menor consumo de alcohol y menores tasas de suicidio pueden estar influyendo en los resultados.

Este hallazgo sugiere que el bienestar integral debe ser una prioridad, en lugar de enfocarse exclusivamente en la balanza. La actividad física regular, una alimentación equilibrada, la estabilidad emocional y una buena salud mental podrían ser claves más determinantes que la simple pérdida de peso.
El estudio evidencia que adelgazar no es la única ni necesariamente la mejor estrategia para mejorar la salud. En lugar de centrarse exclusivamente en la reducción de peso, se deben promover hábitos saludables que mejoren la calidad de vida en su totalidad. La clave está en equilibrar factores físicos y mentales para alcanzar una salud óptima.
Referencia de la noticia:
Zhang, J., Schutte, R., & Pierscionek, B. (2025). Association of weight change with cardiovascular events and all-cause mortality in obese participants with cardiovascular disease: a prospective cohort study. Heart. Advance online publication.