Unos investigadores cambian la prehistoria de España: no hubo exterminio violento perpetrado por 'guerreros del este'
Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y la de Murcia apuntan a que los cambios demográficos acontecidos entre la Edad del Cobre y la Edad del Bronce fueron mucho más pacíficos de lo que se pensaba hasta ahora.
Hace 4.200 años, entre la Edad del Cobre Tardía y la Edad del Bronce Temprana, se produjeron importantes cambios sociales y demográficos en Europa Central y Occidental, que se tradujeron en llamativas migraciones hacia el oeste de las poblaciones que habitaban la estepa póntico-caspia.
Se trata de una extensa área geográfica de 994.000 kilómetros cuadrados que abarca desde el estuario del Danubio hasta los montes Urales, e incluye zonas de las actuales Bulgaria, Rumanía, Moldavia, Ucrania, Rusia y Kazajistán.
Hasta ahora, los arqueólogos creían que grupos guerreros provenientes de esta parte del este de Europa reemplazaron de manera violenta a la población masculina que habitaba la península ibérica.
Las hipótesis apuntaban a invasiones guerreras que aniquilaron a los hombres autóctonos para establecer una élite masculina. Sin embargo, un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Murcia (UMU), pone en duda esta teoría sobre el exterminio del macho ibérico.
Menos violencia y más integración
La investigación, publicada en Journal of Archaeological Science: Reports, dibuja un escenario distinto para explicar el modo en que los hombres esteparios, que probablemente huían de cambios climáticos o de la propagación de enfermedades, consiguieron asentarse en la península ibérica durante la prehistoria tardía.
Y parece que no fue a través de una rápida y brutal sustitución de la población local, sino mediante la integración paulatina en un contexto de comunidades debilitadas demográficamente.
Según Cristina Rihuete Herrada, profesora de la UAB y coautora del estudio, la idea de una invasión masiva y violenta en la que los varones locales eran eliminados y las mujeres sometidas, es una interpretación “simplista y sensacionalista”.
Los enterramientos argáricos, claves para el estudio
La piedra angular del estudio y clave fundamental para el cambio de paradigma son los enterramientos, que eran comunales al final de la Edad del Cobre, y preeminentemente individuales o dobles en la sociedad de El Argar que surgió a principios de la Edad del Bronce, alrededor del año 2200 a.C.
El equipo de investigadores analizó hasta 450 dataciones de radiocarbono (C14) de huesos humanos descubiertos en una quincena de yacimientos del sureste ibérico, concretamente ubicados en poblaciones de Almería, Murcia, Granada, Jaén y Sevilla.
Fruto de ese trabajo, encontraron dos patrones muy marcados. Primero, que la sustitución de unos ritos funerarios por otros se desarrolló de un modo razonablemente rápido.
Y, segundo, que entre los años 2550 y 2400 a.C. se produjo un notable incremento de enterramientos que estuvo seguido de una acusada caída entre 2300 y 2250 a.C, justo antes de la llegada a la península ibérica de grupos con componentes genéticos esteparios (alrededor del 2200-2000 a.C.).
Crisis demográfica en la Iberia del Calcolítico
Para Rafael Micó, profesor de la UAB y codirector del Grupo de Investigación en Arqueoecología Social y Mediterránea (ASOME-UAB), estos datos apuntan a que la población local de la península ibérica, especialmente en el sureste, estaba muy reducida hace unos 4.300 años.
Así que, cuando los nuevos grupos llegaron desde el este de Europa, no tuvieron la necesidad de imponerse mediante el uso de la violencia. Sencillamente, se mezclaron con las comunidades locales, que ya eran pequeñas.
En la misma línea, Miguel Valério, también investigador de la UAB y coautor del estudio, destaca que “no podemos obviar el hecho de que la violencia era un ingrediente de la vida social en la Edad del Cobre, pero hasta ahora nada demuestra que su final fuera consecuencia de un conflicto generalizado entre poblaciones genéticamente distintas”.
Aunque el estudio cambia radicalmente la perspectiva sobre la formación de las sociedades de la Edad del Bronce en Iberia, es imprescindible proseguir con las investigaciones para obtener una mejor comprensión de este periodo histórico y los sustanciales cambios que produjo.
Referencia de la noticia
Rafael Micó, Eva Celdrán Beltrán, et al., Tracing social disruptions over time using radiocarbon datasets: Copper and Early Bronze Ages in Southeast Iberia. Journal of Archaeological Science: Reports (2024). doi.org/10.1016/j.jasrep.2024.104692