Unos científicos en Nature: la ciudad donde habrá más muertes a finales de siglo por calor de Europa es española
Un estudio en Nature advierte que esta población podría registrar hasta 246.082 muertes adicionales por calor en unas décadas, convirtiéndose en la ciudad europea más afectada por el aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático.
El cambio climático ha alterado significativamente los patrones de temperatura en Europa, afectando la salud pública de manera preocupante.
Ahora, un estudio reciente publicado en Nature sobre la mortalidad relacionada con la temperatura en 854 ciudades europeas ha revelado que, sin medidas de adaptación al calor, el aumento de las muertes por altas temperaturas superará en unas décadas con creces la reducción de las muertes por frío.
La ciudad con el mayor número de víctimas debido al calor extremo es española, con un terrible saldo de 246.082 fallecidos.
El impacto del cambio climático
Históricamente, los estudios han demostrado que en Europa las muertes relacionadas con el frío superaban en una proporción de 10 a 1 a los decesos por calor.
Sin embargo, el calentamiento global ha modificado esta dinámica y en el peor escenario de emisión y sin medidas de adaptación (SSP3-7.0), el estudio estima un aumento del 49,9% en la mortalidad neta relacionada con el aumento de las temperaturas, con un total acumulado de 2.345.410 muertes entre 2015 y 2099 en el continente.
En ciudades mediterráneas y del este de Europa, la exposición a temperaturas críticas se ha vuelto más peligrosa, resultando en un saldo neto de muertes superior al de las regiones del norte del continente.
Casi 250.000 de muertes adicionales en esta ciudad española
El trabajo identificó que el sur de Europa, y particularmente España, es una de las zonas más afectadas por el aumento de la mortalidad relacionada con el calor.
En este contexto, Barcelona encabeza la lista, con 246.082 muertes acumuladas previstas a finales de siglo a consecuencia de las altas temperaturas. Este preocupante hecho se debe a varios factores.
- Aumento sostenido de las temperaturas: el calentamiento en la región mediterránea es más rápido que en el resto de Europa.
- Densidad poblacional y envejecimiento: una alta concentración de población vulnerable, especialmente personas mayores, eleva la tasa de mortalidad.
- Infraestructura urbana: la isla de calor urbana incrementa las temperaturas nocturnas, reduciendo la capacidad del organismo para recuperarse del calor diurno.
Escenarios futuros y posibles soluciones
Los escenarios de mitigación y adaptación propuestos en el estudio muestran que si no se realizan acciones, la tendencia de muertes por calor seguirá en aumento.
Este fenómeno local hace referencia a las temperaturas más altas que registran las áreas urbanas respecto a zonas rurales o naturales próximas. Esto se debe a la concentración de materiales que se recalientan con el sol y la falta de vegetación, entre otros factores.
Incluso con una adaptación moderada del 50%, las muertes por calor seguirían creciendo en el escenario más crítico. Y todavía más en las ciudades, donde encontramos el factor de la Isla de Calor.
Solo con una adaptación extrema del 90% se podría revertir la tendencia y reducir el saldo neto de muertes relacionadas con la temperatura.
Entre las estrategias necesarias para frenar este impacto se incluyen las siguientes.
- Mejoras en infraestructura urbana: mayor vegetación, materiales de construcción que reduzcan la absorción de calor y zonas de sombra en espacios públicos.
- Incremento en la eficiencia energética: acceso asequible a sistemas de refrigeración y promoción de energías limpias.
- Políticas de salud pública: campañas de concienciación, sistemas de alerta temprana y redes de apoyo para poblaciones vulnerables