Una tapita de saltamontes. ¿Acabaremos comiendo insectos?
¿Quién metió la mano por primera vez en un panel arriesgándose para obtener vómito de abeja? ¿Y quién fue a por percebes? La alimentación es un tema social y la sociedad es incoherente ¿comeremos insectos?
Lo que gusta en Oriente asusta en Occidente . Lo que los occidentales consideran «normal», gritaría de horror a cualquier oriental. En cada cultura las incoherencias siguen teniendo lugar: comemos ternera, pero no perro; nos encantan las nécoras y las centollas, pero ni hablar de las arañas de tierra ; jamás se nos pasaría por la cabeza comernos una mosca, ¿o sí? (Yo no, desde aquí lo confieso, al menos voluntariamente, que con la bicicleta… conozco a alguien que llega cargado de proteínas)
Los insectos se consumen desde el inicio de las civilizaciones . A cualquier insecto que se cruzara en el camino de una nómada paleolítica, romano o griego no se le hacía ascos. El asco ha venido después, cuando ya disponemos de comida para elegir… y la cultura se hizo fuerte en nuestras elecciones.
En Europa no se consumen insectos desde la Edad Media . Como para eliminarlo en unos años. Sin embargo, en Asia y África este consumo es habitual y nada extraordinario. Casi dos tercios del mundo consumen insectos: China, India, Egipto, Tailandia, Japón… incluso Australia .
Hoy en día se consumen más de mil novecientas especies de insectos . Los más consumidos son los escarabajos (coleópteros, 31 %), las orugas (lepidópteros, 18 %) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros, 14 %). Les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros, 13 %). Obviamente este consumo no es el mismo en todo el globo terráqueo.
Si nos ponemos objetivos dejando de lado la inevitable aprensión, podemos valorar algunas ventajas.
- Poseen proteínas de alta calidad , son ricas en fibra y micronutrientes, tales como hierro, magnesio, fósforo, selenio o zinc.
- Son versátiles: se pueden consumir enteros, en pasta o en harina .
- Son muy eficientes a la hora de transformar el alimento. Esto significa que, con poca cantidad de alimento, se incrementa mucho el peso . Pueden convertir dos kilos de nutrientes en un kilo de masa de insecto. En cambio, el ganado necesita ocho kilos de alimento para aumentar un kilo de grasa corporal.
- Requieren menos agua y dependen menos de la tierra que el ganado . No necesitan pastos verdes por los que pasear y en poco espacio crecen muchos.
- Son baratos de producir (no significa que por el momento sean rentables), se necesita poco terreno, y son sostenibles, ya que se reproducen mucho más rápido que animales de ganadería.
Y si hablamos de las ventajas, debemos expongamos los inconvenientes :
- El exoesqueleto de artrópodos tiene quitina, que podría dar reacciones alérgicas en población ya alérgica al marisco .
- Si no tienen un tratamiento térmico correcto, pueden provocar toxiinfecciones como Salmonella, Campylobacter o E.coli . A ver, nada nuevo bajo el sol, lo mismo que con otros alimentos, pero será necesario tenerlo en cuenta.
- Presencia de metales pesados : igual que ocurre con el cadmio en gambas y cangrejos, también será necesario regular la cantidad de metales pesados que se pueden encontrar en ellos.
- El sabor. No es que sepan mal, es que, de momento, no sé si por ocultar que es un insecto, sólo tienen el gusto del aderezo que se añada. Un gusano al curri sabe a… curri .
¿Qué insectos están autorizados actualmente?
Las Autoridades Europeas de Seguridad alimentaria han dado paso a la inscripción como nuevo alimento a cuatro insectos: el gusano de la harina, la langosta migratoria (ambos en 2021) , el grillo doméstico (en 2022) y las larvas del escarabajo Alphitobius diaperionus ( el llamado “escarabajo del estiércol”, mal empieza la pobre) en 2023, esto es típico en Tailandia cocido con aceite y sal. Y, pese al nombre, no se criará sobre estiércol ni mucho menos igual que el grillo doméstico no significa tenerlo en casa. Todas ellas en las opciones de congelado, desecada y en polvo.
¿Qué dicen las autoridades sobre comer insectos?
La EFSA concluye que los insectos autorizados son seguros para el consumo . Si bien es cierto que ven la necesidad de crear un marco legal que regule la comercialización , así como su producción y uso alimentario. Cómo se declarará en el etiquetado, qué marco normativo les aplicará… de momento, los autorizados han mostrado garantías de seguridad, vamos, que no son tóxicos.
Indudablemente los insectos van a llegar para quedarse como una opción más en nuestro amplio catálogo de alimentos donde ya están el pescado crudo o los ultraprocesados. Aún queda mucho hasta automatizar técnicas de cría, metodologías y procesamiento que son realmente rentables.
¿Nos van a obligar a comer insectos?
Obviamente no. Exactamente igual que no te obligan a comer marisco , legumbres (que ojalá) carne o lechuga. Igual que no te prohíbe comer ultraprocesados diariamente o beber alcohol. Que sean una alternativa más no significa que sea la que tú vayas a elegir. La información está disponible , las opciones alimentarias abiertas y la decisión en nuestras manos . El etiquetado de los productos nos da la información necesaria para tomar elecciones libres.