¡Una ciclogénesis explosiva genera una ola de frío extrema en Norteamérica!
Una ola de frío extrema azotará a gran parte de Norteamérica con valores de sensación térmica de hasta -55 °C. El aire frío llegará tan al sur como para provocar heladas de hasta -7 °C en la costa de Texas. Estas temperaturas son muy peligrosas para el ser humano.
El explosivo desarrollo de un sistema de bajas presiones sobre el centro de los Estados Unidos ha permitido la entrada de una masa de aire muy frío de origen ártico, que dejará temperaturas muy extremas en las próximas horas. A medida que el sistema se desplaza hacia el noreste, se profundiza alcanzando valores de presión inferiores a los 965 hPa, y podrían llegar a bajar tanto como los equivalentes a un huracán de categoría 3.
Por detrás de esta borrasca, un chorro polar que llega desde el noroeste proyecta aire directamente desde latitudes árticas, que se potencia por la intensidad del anticiclón que se generará, con valores brutales de presión de hasta 1060 hPa. Como resultado, la llegada del aire frío producía hace unas horas caídas de temperaturas enormes en pocos minutos. Por ejemplo, en Cheyenne (Wyoming) la temperatura se desplomó: pasaron de 7 °C a -13°C en menos de 9 minutos.
Por otro lado, el sistema de bajas presiones genera condiciones de blizzard (viento blanco), con reducción de visibilidad a cero por el efecto combinado del viento que podría superar los 110 km/h y la nieve depositada en el suelo que es lanzada al aire. Esto genera condiciones de conducción prácticamente imposibles y extremadamente peligrosas. Por delante del frente, se esperan lluvias intensas y algunas tormentas en la costa este de Estados Unidos, hasta que el aire frío cubra esa zona durante el fin de semana.
¡Desplomes térmicos extraordinarios!
Algunos registros de temperatura son representativos de esa situación. El aire frío llegará tan al sur como para generar heladas de hasta -7 °C en Houston (Texas), en la costa del golfo de México. Durante el fin de semana se esperan hasta -3 °C en el centro de la península de Florida. Al norte, en ciertos sectores de Wyoming, Montana, las Planicies Altas y de Canadá se esperan sensaciones térmicas de unos -56 °C. Con este panorama es altamente probable que se produzcan cortes en el suministro eléctrico, que podrían empeorar las cosas por la dificultad de calefacción en muchos hogares.
Desde hace varios días el National Weather Service (NWS) viene advirtiendo de esta situación, llamando a la población a ser muy cauta, teniendo en cuenta que ocurre sobre las vísperas de Navidad, que es uno de los momentos del año en el que más personas se movilizan para llegar a casas de familiares. Con estas temperaturas se puede producir congelamiento grave en pocos minutos en aquellas partes del cuerpo expuestas a la intemperie. Por ello, se alerta a que quienes tengan problemas con sus automóviles, evitar apagar el motor en caso de quedar atrapados en la ruta.
La población debe saber que una masa de aire de estas características puede producir la muerte por congelamiento en poco tiempo. Por otro lado, algunos sectores por delante del frente pueden experimentar rápido engelamiento y posterior congelamiento de las rutas que las volvería muy peligrosas. Algunos meteorólogos consultados por la BBC señalaron que esta ola de frío puede romper muchos récords y son eventos que se ven una vez en una generación. En cambio, en Europa estamos llegando a Navidad con valores de temperatura muy por encima de los valores normales para esta época del año.
Un evento muy poco habitual
Estadísticamente no se veía una Navidad tan fría desde principios de la década de 1980, y en el caso de Florida, será la Navidad mas fría en 3 décadas. Los efectos de un evento así se dejarán sentir en la mortandad del ganado, y las ciudades han puesto en marcha procedimientos para asistir a aquellas personas que viven en la calle y sus mascotas. Según datos aportados por The Guardian, generalmente unos 110 millones de norteamericanos se movilizan para estas fechas.
Este patrón meteorológico se vio ayudado por una fuerte corriente en chorro de niveles altos de norte a sur sobre el oeste de América del Norte, transportando esta masa de aire con condiciones que abarcan a estados acostumbrados a valores casi 25 ºc por encima. Una amenaza asociada a las caídas tan abruptas de temperatura es la de ocurrencia de heladas repentinas, y tormentas de nieve súbitas.
El NWS ha advertido que las repentinas tormentas blancas y las carreteras heladas no harán sino aumentar el peligro, especialmente para quienes se desplacen en coche a sus destinos vacacionales. Técnicamente una ciclogénesis explosiva, que algunos llaman ciclón bomba, sucede cuando un sistema de baja presión se profundiza rápidamente, con su valor central cayendo más de 24 hPa en 24 horas.