Un tsunami de nubes engulle la ciudad de Batumi, en Georgia: sólo los rascacielos se salvaron

Hace unas horas la niebla llegaba como un tsunami a esta ciudad situada a orillas del mar Negro. Te contamos qué es este fenómeno y cómo se forma: ¿puede producirse también en España?

Así de espectacular ha sido este fenómeno ocurrido hace unas horas en Batumi, Georgia, una maravilla de la naturaleza que se conoce como niebla de advección, y que suele formarse en las zonas costeras cuando se dan determinadas condiciones atmosféricas.

Es lo que podría denominarse como un gran tsunami de nubes que ha cubierto esta ciudad, capital de la república georgiana de Ayaria, una ciudad turística y portuaria a orillas del mar Negro.

¿Qué es y cómo se forma este espectacular fenómeno?

Desde luego, no es un fenómeno aislado ni único de esta región, pues en realidad la niebla de advección se forma cuando una masa de aire cálido y húmedo se desliza una superficie más fría, como pueden ser mares o lagos, lo que provoca que el vapor de agua se condense en pequeñas gotas, formando la niebla.

En cambio, en los valles suelen predominar las nieblas de radiación. Durante la noche, la tierra libera el calor acumulado durante el día. El aire junto al suelo se enfría hasta alcanzar el punto de rocío, y partir de este momento, cuando ya no puede contener más humedad, se condensa.

Las nieblas de advección requieren de vientos débiles o moderados. Como vemos, son necesarias unas condiciones muy concretas de diferentes variables para que se produzcan, siendo muchas veces fenómenos bastante localizados. En el continente los rayos solares calientan la superficie, creando corrientes ascendentes y rompiendo rápidamente la niebla, por lo que apenas penetran en tierra más allá de la costa.

El fenómeno en Batumi adquiere una apariencia casi dramática debido a la forma en que la niebla ha ido rápidamente hacia la ciudad. Este "tsunami de nubes" se forma cuando la niebla de advección se desplaza hacia el continente, cubriendo grandes áreas en poco tiempo, lo que crea una ola visual que "rompe" contra la costa.

Es como una ola gigante que avanza a lo largo de la ciudad, pero en lugar de agua, está formada por nubes densas.

A medida que las nubes cubren el suelo, solo los puntos más altos, como los rascacielos o algunas elevaciones, permanecen visibles, creando la ilusión de una ciudad sumergida bajo una masa de nubes.

La importancia de la orografía y de las condiciones atmosféricas

Este fenómeno es más frecuente en zonas costeras y en lugares donde se dan ciertas condiciones meteorológicas, como las que se dan en Batumi. La ciudad se encuentra entre las montañas del Cáucaso y el Mar Negro, lo que favorece la formación de niebla de advección.

Además, las diferencias de temperatura entre el mar y la tierra en ciertas épocas del año incrementan la probabilidad de que se produzca este fenómeno.

Shanghái, China
Vista del skyline de Lujiazui, el distrito financiero de Shanghái donde también es habitual que se produzca niebla de advección.

Aunque no es un evento cotidiano, la presencia de niebla de advección en Batumi no es rara. Las condiciones geográficas y atmosféricas de la ciudad contribuyen a la formación de este fenómeno.

Un fenómeno también habitual en España

En España también conocemos las nieblas de advección. En el caso de la costa mediterránea suele ocurrir entre el otoño y la primavera, y en ocasiones dejan estampas espectaculares en ciudades como Benidorm, donde sobresalen los rascacielos por encima del mar de nubes.

Impresionante estampa de Benidorm cubierta por la niebla de advección.

Destacaremos también el caso de Málaga, donde es habitual en ciertas épocas lo que se conoce como "taró", una niebla densa y baja que cubre la ciudad por completo, lo que reduce la visibilidad de forma brusca.

En cambio, en la costa cantábrica, donde el clima es más frío, la niebla suele formarse en invierno, cuando el mar alcanza temperaturas muy bajas y recibe masas de aire más templadas, generando el mismo efecto de condensación sobre la superficie marítima.