Los expertos avisan: las sequías estivales en el hemisferio norte son cada vez más probables por el cambio climático

La disminución de las nevadas está alterando los patrones de flujo estacional de los cursos de agua en todo el hemisferio norte, lo que aumenta la probabilidad de escasez de agua en verano, según los expertos.

Sequía cambio climático
Las sequías se están volviendo más recurrentes en algunas regiones de nuestro planeta, lo que tiene una serie de consecuencias importantes.

Las zonas de nieve en las Montañas Rocosas de América del Norte, los Alpes europeos y el norte de Europa se están derritiendo prematuramente a medida que la Tierra se calienta.

Además, los caudales estacionales en las zonas menos nevadas se están retrasando a medida que las lluvias de la estación cálida llegan más tarde en el año, convirtiéndose en una fuente más dominante del caudal del río. También es importante señalar que las precipitaciones durante el invierno son escasas.

¿Cuáles son las causas y riesgos de estas sequías estivales?

Las conclusiones de un nuevo estudio sugieren un mayor riesgo de sequías en verano, lo que podría tener un impacto negativo en la seguridad hídrica y alimentaria, la salud de los ecosistemas y la producción de energía hidroeléctrica.

"La estacionalidad del flujo afecta la distribución temporal de los recursos hídricos y tiene implicancias de gran alcance para el funcionamiento de los ecosistemas, la seguridad alimentaria y la gestión de los riesgos naturales".

Dr. Ross Woods, Facultad de Ingeniería, Universidad de Bristol.

En algunos lugares donde las nevadas son un componente importante del ciclo del agua, los investigadores ya habían demostrado que con el calentamiento global caen menos precipitaciones en forma de nieve, por lo que los ventisqueros estaban cambiando y el impulso asociado con el flujo del río generado por el agua de deshielo también estaba cambiando.

Sin embargo, ha habido informes contradictorios sobre estos cambios: algunos lugares registraron picos más tempranos, otros no experimentaron cambios y otros registraron picos más tardíos.

Estas variaciones en los caudales pueden plantear nuevos retos a la planificación y gestión de los recursos hídricos

El equipo analizó datos sobre el clima y el caudal de los ríos en más de 3.000 cuencas fluviales del hemisferio norte entre 1950 y 2020. Para cada año de datos, calcularon la fracción de precipitación que cae en forma de nieve, la variación estacional y el momento estacional de la precipitación y el caudal del río. Luego compararon estos indicadores de estacionalidad entre los dos períodos de diez años con la fracción de nevadas más alta y más baja.

“El aumento de la variabilidad interanual en la estacionalidad del flujo implica una mayor incertidumbre en los patrones de flujo estacional, lo que plantea desafíos para la planificación y gestión de los recursos hídricos”.

Doctor Woods.

Woods también destaca la importancia de que los gestores de recursos hídricos necesiten diferentes estrategias para adaptarse a esta situación, dependiendo de su ubicación. La planificación futura de la infraestructura hídrica deberá tener en cuenta estos cambios en el caudal estacional de los ríos.

Con el calentamiento global, los picos de flujo estacional tienden a disminuir, lo que significa que la distribución del flujo es más uniforme a lo largo del año. La reducción de la variación estacional se debe principalmente a una disminución del caudal de la estación cálida, mientras que el caudal de la estación fría se mantiene relativamente sin cambios.

El equipo ahora planea investigar más a fondo las razones de las reducciones constantes de las precipitaciones de la estación fría durante los inviernos más cálidos.

Referencia de la noticia:

Han, J., Liu, Z., Woods, R. et al. Streamflow seasonality in a snow-dwindling world. Nature (2024).