Un meteorito cayó en el dormitorio de una pareja. ¿Qué ocurrió?
A principios del mes de mayo, un meteorito impactó en el techo de una casa en Nueva Jersey. Los residentes todavía están pensando en el destino de su regalo del cielo. Aquí te contamos más sobre este y otros curiosos hechos.
Cuando escuchas la palabra "meteoro", probablemente piensas en las famosas estrellas fugaces. Esos rayos de luz que atraviesan el cielo nocturno cuando una pequeña roca se abre paso por la atmósfera y se incendia debido a la fricción con las moléculas de aire.
Grandes impactos de meteoritos
Desde una perspectiva más catastrófica, podemos pensar en meteoritos que generan poderosas ondas de choque. Un buen ejemplo es el que impactó en Cheliábinsk (Rusia) a principios de 2013, hiriendo a unas 1500 personas y dañando miles de edificios.
Otro ejemplo, es el meteorito que impactó en un área cercana al río Podkamennaya Tunguska en Siberia, en 1908 y quemó y arrasó árboles en un área remota de casi el doble del tamaño de Hong Kong. Este impacto provocó un choque equivalente a 185 bombas de Hiroshima.
Y luego está esa gigantesca “roca espacial” que llegó a la Tierra hace 66 millones de años. Concretamente, chocó con lo que ahora es el golfo de México y trajo consigo el fin del reinado de los dinosaurios.
Lo que probablemente no se nos pase por la cabeza es que un meteorito de cualquier tamaño pueda caer encima de tu casa. Ahora bien, este es un evento es poco probable que ocurre una vez al año en algún lugar del planeta, según un cálculo del astrofísico Avi Loeb de la Universidad de Harvard.
¡Han provocado algunos accidentes!
Hay muchos casos, pero comentaremos algunos más curiosos. El primero ocurrió en 1954, cuando una mujer que dormía la siesta en Sylacauga, Alaska, y resultó gravemente herida por un meteorito de 10 libras (aproximadamente 4,5 kilogramos) que cayó a través de su techo.
Algo parecido sucedió en Wethersfield, Connecticut, en 1971 y 1982 (en ambos casos, las personas no resultaron heridas). A veces estos eventos no ocurren en casa. Un claro ejemplo es el que ocurrió en Peekskill, Nueva York, cuando un meteorito chocó contra el maletero de un coche en 1992.
Pues bien, hace unas semanas volvió a pasar. El 8 de mayo, un meteorito de alrededor de 1 kg atravesó el techo de una casa cerca de Titusville, Nueva Jersey. "Aterrizó en una habitación del segundo piso después de rebotar entre el piso y el techo", dijo Christine Lloyd, residente de la casa. La hermana de Christine, Suzy Kop, fue quien encontró el objeto.
Al principio, Kop no tenía idea de qué podía ser. En el momento notó que hacía mucho calor. Llamó a la policía, que rápidamente se puso en contacto con The College of New Jersey (TCNJ), donde Nathan B. Magee, presidente del departamento de Física, confirmó que el objeto era un meteorito.
"Alrededor del 70% estaba cubierto por una corteza de fusión", una capa formada por un intenso calor de fricción cuando el objeto atraviesa la atmósfera. También recordó que parte de la roca espacial estaba abierta en su interior, lo que les permitió ver algunos minerales internos.
Al final, ¿resultó ser un meteorito?
Este hecho llevó a los científicos a identificarlo como una condrita, un meteorito hecho principalmente de roca, a diferencia de la composición de hierro y níquel de los llamados meteoritos ferrosos.
Las condritas representan parte del material original a partir del cual se generaron planetas y asteroides hace unos 4500 millones de años. Por lo tanto, son una ventana crucial para la formación del sistema solar.
La composición química de los cóndrulos (el origen de la palabra "condrita") puede ayudar a los científicos a comprender la estructura y composición de la nebulosa de gas y polvo a partir de la cual se formaron los planetas y asteroides.
El meteorito de Titusville, sin embargo, no tiene casi ninguna de las inclusiones que normalmente tienen estos cuerpos celestes que, según el geoquímico Alan E. Rubin de la Universidad de California, Los Ángeles, son "pequeñas gotas de material fundido, muchas veces más pequeñas que un grano de arroz, que se formaron antes de que los asteroides tomaran forma en la historia temprana del sistema solar".
Este caso llamó mucho la atención porque, aunque las condritas representan alrededor del 85 % de todos los meteoritos, la mayoría caen al océano sin ser detectados. Además, los que caen a Tierra generalmente no se descubren y cuando se encuentran, casi siempre es después de años de exposición a la erosión y los contaminantes ambientales.